Según detalló Gual de Torrella, la función de estas embarcaciones es controlar los muelles y el cumplimiento de la reglamentación portuaria, con el control e inspección de infraestructuras y actividades que se autorizan en los puertos de interés general, así como dar apoyo al resto de departamentos de la APB. El presidente de la entidad portuaria explicó que actualmente Eivissa cuenta con 45 efectivos en la Policía Portuaria por lo que el cuerpo está «bien dotado».
El puerto deportivo de Marina Ibiza acogió la presentación de estas dos embarcaciones que han recibido el nombre de Far de Tagomago, la destinada al puerto de Eivissa, y Far de Portopí, la que operará en Palma.
Se trata de dos lanchas con motor fueraborda, adquiridas por la APB a la empresa ibicenca Motonáutica Ibiza, por un importe aproximado de 100.000 euros. Las embarcaciones, modelos Barracuda 7 y de siete metros de eslora, cuentan con dos entradas laterales a la cabina de mando, que facilitan el acceso de los tripulantes a todas las áreas del barco, así como el amarre y la maniobra. La configuración de la cubierta de la embarcación está diseñada con el sistema walkarround que permite el paso alrededor de la cabina por toda la borda.
El representante de Motonáutica Ibiza, Mariano Torres, concretó que las embarcaciones están equipadas «con todo lo que requería la APB», como GPS, hélice de proa, cuadro de luz con alarmas, radio, faro pirata, equipo de seguridad o puente de luces de policía con altavoz y sirena.
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