La presidenta de la Federación de Padres y Madres de Alumnos de Eivissa (FAPA), Pepita Costa, ha sido recientemente nombrada responsable de la Confederación de APAS (COAPA) de Balears y, además, es una de los integrantes de Illes per un Pacte. Costa espera un inicio de curso tranquilo y reclama más poder decisorio del Consell Escolar de Balears. Asesora fiscal de profesión, Costa es madre de dos hijos que este curso estudiarán en el IES Sant Agustí.
—¿Cómo se avecina el próximo curso?
—Pienso que será mas tranquilo por la actitud de la Conselleria d'Educació. La rebaja de las ratios consideramos un paso muy importante. Es una de nuestras reivindicaciones. Tenemos un hándicap muy importante y es que si hay una rebaja de las ratios han de aumentar las infraestructuras. No tenemos más que las aulas que tenemos. Si queremos disminuirlas implica que necesitamos más aulas y más recursos humanos. Empezamos con la voluntad y luego los esfuerzos colaterales para hacer realidad estas cosas.
—Pero parece que está cambiando.
—Los pasos que se están dando son tímidos, no por voluntad sino por posibilidad. He tenido ocasión de hablar con el nuevo conseller d'Educació, Martí March, y nos ha puesto un poco al tanto de la situación. Aparte del hecho de que los que llegan se quejan siempre de lo que encuentran, pero es lo que hay. Somos conscientes de que hay una situación complicada porque el presupuesto de educación está dotado mínimamente y eso es lo que tenemos que cambiar. La parte del presupuesto que destinas es una elección política del partido en el poder.
—¿Qué le ha pedido?
— Un cambio de manera de hacer política para evitar la inestabilidad. Queremos evitar situaciones conflictivas que empeoren la situación del sistema educativo como pasó en la anterior legislatura. ¿Cómo lo podemos hacer? Cambiando el paradigma de lo que es el sistema educativo y pedimos algo que puede ser un poco revolucionario: que las decisiones de tipo técnico que afecten a la educación no estén en manos de los políticos sino en manos de un órgano independiente políticamente del que emanen esas necesidades. No hay que crear un órgano nuevo sino aprovechar el Consell Escolar de Balears en el que estén representados todos los sectores de la educación, un órgano independiente en el que esté representado toda la comunidad educativa.
—¿Qué le ha dicho el conseller?
—Está a favor pero esto es difícil.
—¿No cree qué es utópico?
—Eso es lo que pensamos cuando pretendemos cambiar la estructura de algo anquilosado que no ha funcionado. Cuando lo dejamos en manos de los políticos vemos que no ha funcionado porque siempre hay intereses partidistas y lobbys de poder detrás de todos los partidos. Esos lobbys pueden ser nocivos. Hemos visto detrás de ciertas decisiones del PP lobbys de poder que no eran representativos y han causado mucho daño.
—¿A qué se refiere?
—A que no podemos supeditar una política educativa a intereses partidistas y la única manera de hacerlo es crearlo a través de un órgano independiente. A lo mejor entraría en conflicto con las capacidad democrática pero se ha demostrado que, desgraciadamente, en las urnas no participa toda la sociedad.
—¿Nunca le han tentado para meterse en política?
—Sí, desde diferentes sectores. A lo mejor es que no me defino mucho ideológicamente cuando hablo. Pero a lo mejor también ha sido un poco interesado. A entidades como nosotros que somos muy críticas con el sistema, la manera de anularlas es darles poder.
—¿Ha tenido contacto con la nueva delegada de Educación, Margalida Ferrer?
—Todavía no, pero nos conocemos personalmente. Era directora del Urgell cuando mi hijo estaba allí. Fue una directora fantástica y muy trabajadora. Es consciente de los problemas que hay. Me parece un nombramiento apropiado. Lo único que me temo es que este puesto no tiene suficiente poder. Tendría que tener más capacidad resolutoria que la que ha tenido hasta ahora. Darle más poder y descentralizar un poco la Delegación de Educación. Espero de la delegada una autonomía de Palma, que si tiene que decir no a algo porque Eivissa dice no mayoritariamente, que lo diga.
—¿Y en el caso contrario?
—Recibirá criticas, como las ha recibido cualquier otro. Así de claro.
—¿Cuáles son las necesidades más acuciantes de Eivissa?
—Hay que devolver los recursos humanos a los niveles de antes de los recortes educativos. Es imprescindible. Es una de nuestras principales herramientas para luchar contra el fracaso escolar, sobre todo en la secundaria. Son necesarios también un nuevo instituto de Eivissa y un centro de primaria en Cala de Bou.
—¿Qué son más prioritarios los recursos humanos o las infraestructuras?
—Deberían venir paralelamente pero, en mi opinión, lo más acuciante son los recursos humanos, porque podemos hacer refuerzos educativos por las tardes en los institutos. Los centros tienen que utilizarse por las tardes, pero los tienes que dotar. Hay que dotar de recursos humanos pero no aleatoriamente, sino los que se necesiten.
—La actual delegada dijo que hay centros que necesitan reformas, ¿dónde es necesario actuar?
—El colegio de Sant Jordi necesita en realidad un nuevo centro. Está muy deteriorado y se va sosteniendo, pero lo óptimo es construir un nuevo centro. Urgell necesita unas reformas importantes, pero lo que se hace es a trancas y a barrancas. Nos gastamos un dineral en sedes como el Consell, pero en Educació siempre hemos ahorrado, sobre todo en mantenimiento y eso encarece todo lo demás.
—En la anterior legislatura, la FAPA adquirió mucho protagonismo, ¿seguirá siendo tan reivindicativa?
—Quiero pensar que de si algo ha servido este conflicto es para que la gente sepa lo importante que es la educación. He sido de la Apyma del Urgell y ahora de la de Sant Agustí, como todos los integrantes de la FAPA. Los padres tenemos que cambiar la manera de participar en la educación, no sólo recibir, sino ser parte de eso. Sigue existiendo poca implicación de los padres.
—A la FAPA se la ha criticado mucho por el protagonismo durante la huelga de docentes.
—Críticas vas a recibir siempre. En ese momento se explicó el apoyo a la huelga. Me quedé muy sorprendida cuando un político dijo que «los padres no teníamos que meternos en la educación» y eso es un concepto arcaico. Está demostrado que con la implicación de las familia mejoran los resultados académicos de sus hijos. Eso no quiere decir que tu hijo va a ser un lumbreras, pero estas ahí.
—¿Va a trabajar en las ayudas para reutilización de libros de texto?
—Está fatal. El curso pasado rebajaron las ayudas para la reutilización de libros. Quince euros por alumno. ¿Qué son 15 euros? Te compras dos libretas. Es vergonzoso. En los ayuntamientos como Santa Eulària y Sant Antoni hay ayudas para libros para familias más desfavorecidas. Educació tiene que luchar por incrementar su presupuesto, que va ligado a la política nacional. El porcentaje de dotación que da el Estado a las autonomías ha caído en picado.
—Pero las autonomías también tienen que plantarse y pedir más dinero.
—Claro, eso es lo que decimos. Tiene que haber un cambio en las políticas. No podemos ahorrar en educación, sanidad o servicios sociales. He leído algo que me ha dejado sorprendida y es que Bauzá y Antich necesitan asesores para el Senado, que trabajen un poco.
—¿Seguirá la LOMCE siendo el caballo de batalla del curso escolar que se avecina?
—La aplicación de la LOMCE me parece una aberración, porque estamos quitando de en medio materias muy importantes. Mi hija tiene que elegir entre Plástica, Música o Tecnología. Antes tenía mas. Daban Alemán en los centros y ahora no la tienen. Estamos optando por una línea dura y pragmática de la educación y estoy en contra.
—¿Cómo valora que comience el curso sin desconvocar la huelga indefinida?
—Debería desconvocarse, porque ha habido suficientes declaraciones y pasos adelante del gobierno. Si queríamos consenso y diálogo, ya lo tenemos. ¿Qué pasa? ¿No vamos a desconvocar hasta que todo sea perfecto? Entonces, no la vamos a desconvocar nunca. Entiendo que el tema de la LOMCE es muy duro, le henos pedido a la Conselleria que haga lo posible para que todos los perjuicios que ocasionará la LOMCE se vean disminuidos.
LA NOTA
“Le dije al Rey que era necesario un pacto educativo nacional”
-Confiesa que es republicana convencida pero, como presidenta de la COAPA, estuvo en la recepción de los Reyes en la Almudaina, ¿qué le dijo?
-No voy a una recepción para hacer de bonito y le transmití un mensaje. La necesidad acuciante de un pacto educativo a nivel nacional, de la iniciativa importante que hemos iniciado en Balears y pedimos que la Monarquía se implicase activamente.
-¿Qué le contestó el monarca?
-Que había habido una buena intentona por parte de Gabilondo cuando era ministro de Educación que consideraba que era una necesidad. Hay que pasar de las palabras a los hechos porque todo el mundo cuando habla de esto siempre dice que es muy necesario, pero cuando algo es tan necesario si todo el mundo lo cree se consigue. Alguien piensa que no es tan necesario o se quiere instrumentalizar políticamente.
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