Una feria muy refrescante

Esta edición limitada responde, según indicó Serra, «a la necesidad de traer algo nuevo, un sabor diferente». «Después de siete ediciones de la feria, queríamos acercarnos más al concepto de las grandes citas y éstas tienen una cerveza propia», agregó.

Como todas las bebidas artesanales, esta Weissbier «es más sana y está pensada para disfrutarla en Eivissa». Además, remarcó que «esta rubia únicamente se podrá degustar durante ese fin de semana y hasta agotar existencias».

De este modo, la Feria de la Cerveza se acerca un poco más a las grandes muestras europeas, que además de ofrecer una gran selección de productos tienen uno exclusivo que las convierte en citas ineludibles para los sibaritas de la refrescante bebida.

Como recuerda uno de los promotores, querían «que fuera simple, que lo que se valorara fuera el sabor y, al no tener continuidad comercial, que fuera especial». Por eso eligieron que fuera de trigo con el fin de que «gustara a los entendidos y a los iniciados de la cerveza». Y además, añadió que «para crearla fuimos a una cata donde probamos diferentes tipos de cerveza, de ahí seleccionamos cuáles queríamos que fueran los aromas de la nuestra, por lo que está pensada por nosotros y para esta feria».

Esta bebida, igual que el vino, tiene centenares de matices que pueden hacer que sea más o menos fuerte, que tenga una graduación más intensa o sea más suave y, por supuesto, que tenga uno u otro color. La remesa, que tarda dos meses en fermentar, ya se encuentra en la isla, esperando a que llegue septiembre. Después de siete ediciones, la Feria de la Cerveza en la isla marca la diferencia y apuesta por darle a sus fans un toque personal.