El todavía concejal responsable de la Policía Local de Vila, Constantino Larroda, en un pleno del Ayuntamiento. | DANIEL ESPINOSA

El responsable de la Policía Local y Cementerios del Ayuntamiento de Vila, Constantino Larroda, vivió el pasado lunes su último pleno como concejal. Larroda ha decidido abandonar el Consistorio “por motivos personales”; sin embargo los hechos acontecidos en el último mes en Can Botino han precipitado esta decisión. Y es que Larroda mantiene una muy buena relación con los dos concejales del PREF, Ignacio Rodrigo y Myriam Valladolid, expulsados del equipo de gobierno por sus insultos y comentarios en el célebre grupo de whatsapp ‘verano azul’.

«No estoy metido en guerra de partidos y no me encuentro al cien por cien», destacó ayer un abatido Larroda, que se encuentra de vacaciones. El todavía concejal cuantificó su renuncia «en un 80% por motivos personales y un 20% por temas políticos». Larroda no escondió su buena relación con los dos concejales del PREF expulsados del equipo de gobierno. «Estos tres años he trabajado codo con codo con Ignacio Rodrigo y Myriam Valladolid, a la que le he cogido mucho cariño», comentó el regidor.
El concejal de la Policía Local aseguró que se va a casa «tranquilo, a disfrutar de la familia». «No vivo de la política, llevo más de 40 años cotizados en la Seguridad Social. Vine a trabajar en silencio y también me voy en silencio», añadió.