Soraya posa para este periódico.

Soraya posa para este periódico.

Maríah Durán10/08/14 0:00
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Soraya Arnelas (Valencia de Alcántara, 13-09-1982), es una cantante española de música pop-dance que cuenta con dos discos de platino y uno de oro entre sus muchos reconocimientos. Se dio a conocer en 2005 en el programa televisivo Operación Triunfo y, desde entonces, su carrera como artista no ha hecho más que ascender. Cantante, actriz de doblaje, bailarina, representante de España en Eurovisión en 2009 y presente en programas de televisión, este año protagoniza espectáculo en la fiesta Café Olé, todos los lunes, en la discoteca Space de Eivissa. Nada se le resiste a esta talentosa extremeña de enormes ojos azules que se come el mundo con su simpatía y su naturalidad.

—¿Quién es Soraya Arnelas?

—Soy una chica de pueblo, hija única y de clase baja. Siempre he sido una chica muy deportista, con aficiones artísticas, y una gran luchadora por conseguir los sueños que quiero conseguir en mi vida. Me considero amante del boxeo, de los viajes, de la buena compañía y, cada vez más, de la buena comida. Será la edad.


—Apenas sobrepasa los 30. ¿Por qué dice eso?

—Aunque en mi DNI ponga que tengo 32 años, me siento como si tuviera 50. En esta profesión se vive mucho y muy rápido. Parece que la vida pase a cámara rápida y se aprende a la misma velocidad. Por circunstancias, mis prioridades han cambiado. Antes, lo primero era mi trabajo; ahora, lo es mi familia, rodearme de buena gente y, sobre todo, ser feliz.

—Defínase en tres palabras.

—Trabajadora, justa y sensible.

—Desde que se dio a conocer en el programa ‘OT' hasta la actualidad han pasado siete años llenos de trabajos y con una notable evolución tanto en su música como en su persona. ¿Cree que la fama le ha cambiado?

—Indudablemente he evolucionado y los años han pasado para mí, con lo cual también he crecido y la experiencia de la vida y de mi profesión también me han hecho cambiar, pero creo que el cambio ha sido a positivo. Me he convertido en una mujer de ideas claras, con decisiones propias y preparada para el mundo en el que vivimos.