Se trata de una iniciativa puesta en marcha por el Ayuntamiento de Vila y la Asociación para el desarrollo de actividades sociales (Adas), y financiada con 6.000 euros por la Obra Social la Caixa, con el objetivo de que las personas con necesidades especiales de centros de personas con discapacidad o asociaciones de Eivissa puedan disfrutar de una jornada en contacto con la naturaleza. «El estar una mañana entre romero, lavanda o almendros genera a los participantes múltiples beneficios, tanto terapéuticos como de relación, desde que llegan a las diez de la mañana hasta que se van a la una de la tarde, y esto es algo tremendamente positivo», explicó ayer durante la presentación del proyecto Irene Huguet, monitora de Adas.
De momento, se trata de un proyecto pionero en el que participan cerca de 70 personas divididas en cinco grupos. «Estamos trabajando con jóvenes y adultos de las asociaciones de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Eivissa y Formentera, del Hospital de Día del Área de Salud Mental de Eivissa, del Centro de Día de Can Raspalls y de los talleres ocupacionales de Cas Serres y hasta el momento el resultado en todos ellos es altamente satisfactorio», aseguró la propia Huguet.
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