La afluencia de turistas en primera línea del puerto y la Marina continúa, pero ha bajado. | DANIEL ESPINOSA

Las mañanas y las tardes ya no son lo que eran para los comerciantes de la zona del puerto viejo y la Marina. Desde que el pasado 1 de julio se trasladara todo el tráfico marítimo regular a los nuevos muelles de es Botafoc, la división de opiniones sobre si éste les ha beneficiado o perjudicado continúa aún como uno de los temas más comentados del verano.

El vicepresidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Eivissa, Joaquín Manuel Senén, precisó que «la gran mayoría» de los comerciantes «están muy contentos con el traslado» por el hecho de que se haya sacado de la zona el tráfico terrestre (allí llegaban coches de pasaje y camiones de carga) y el ruido de los barcos, por ejemplo. «Ha cambiado totalmente; ahora estar aquí por la mañana es una gozada y con el atraque de los megayates viene más gente. La mayoría, el 95% de los asociados está contentos de que se hayan trasladado finalmente el tráfico, luego el 5% restante no está de acuerdo», precisó Senén, quien reconoció que los beneficios de haber «liberado» la zona del tráfico marítimo regular «no son automáticos». «No es que se hayan quitado los barcos y ya haya más trabajo para restaurantes y tiendas de ropa. Se verá más a medio plazo y con la reforma de la zona quedará todo mucho más bonito y más apetecible para ir de compras», explicó. Senén va más allá y augura que los «efectos positivos» se verán el año que viene.