El presidente del Consell d’Eivissa en su despacho esta semana. | CLAUDIA ROIG

Este presupuesto será muy austero, con muy pocas inversiones, ¿veremos alguna obra en 2013?

—Tenemos las carreteras del convenio del Estado: la de Sant Joan, con un coste de 20 millones y el triángulo de Jesús, con un presupuesto de 15. Son dos obras importantes, son puntos peligrosos, con una intensidad de tráfico en aumento y que registran una alta siniestralidad, sobre todo el triángulo de Jesús. Si no mejora la situación económica no habrá más inversiones.

—Porque luego hay un dinero del Estatut para inversiones que no se ha llegado a gastar y que era para ses Feixes, ses Salines y un auditorio en Caló de s'Oli, ¿este dinero se podrá utilizar?

—Son 9 millones, pero estamos pendientes de una reunión con el Ministerio para ver cuál es la viabilidad de estos fondos estatutarios. Son los últimos que se consignaron y correspondían a 2010, ya que en 2011 y 2012 se eliminaron por las restricciones del Gobierno central.

—¿Habrá una nueva tanda de fondos estatutarios este 2013? Ustedes querían emplearla en construir la segunda fase del Palau...

—Lo hemos pedido como punto importante al Gobierno central, porque queremos trabajar la economía productiva. Esta infraestructura para congresos hace falta.

—¿Pero habrá dinero en 2013?

—La esperanza no hay que perderla nunca, pero la realidad nos dice que tendremos que salir antes de la crisis. Realmente los fondos estautarios nos tendrían que venir dados, porque realmente son una compensación del déficit que tenía el Estado con Balears y con Eivissa. No se tendría que haber recortado, pero ha sido así y estamos a la espera de que se restituya cuanto antes.

—Tampoco habrá dinero para la nueva depuradora de Vila en 2013. ¿Se está presionando al Gobierno?

—Estamos reclamando ante el Gobierno central. La depuradora tiene que seguir en marcha, no se puede parar. Creo que la depuración del agua y también de las desaladoras y la interconexión es un tema prioritario para Eivissa, de salud pública pero que también tiene un efecto sobre el turismo. Esto no se ve, pero es básico y hay que cuidarlo y pienso que las depuradoras denotan una falta de inversión durante muchos años. Hemos tenido contacto con los técnicos del Gobierno central y se está trabajando en el proyecto de la depuradora de Vila.

—El nuevo hospital y el centro de salud de Sant Josep están parados. ¿Se podrá ver algún avance en 2013?

—Las obras del hospital han pasado por un momento de disminución de actividad para hacer un replanteamiento. Había que reajustar los espacios y esto es en lo que se está trabajando, pero estoy convencido de que en 2013 volveremos a retomar la actividad. Es una obra que se tiene que terminar antes de que acabe la legislatura. En cuanto a la apertura del centro de salud de Sant Josep está condicionada a las obras del hospital y dependerá de la intensidad de actuación en Can Misses.

—Vuelve a haber debate sobre la reducción de cargos y de sueldos. Usted tiene 11 consellers. ¿No piensa reducirlos?

—Me mantendré con 11 consellers por muchas razones. Una es que hicimos una reducción de personal de confianza cuando entramos. Eliminamos a los directores insulares, a la mitad del equipo de presidencia y la mitad de los secretarios técnicos. Ahora tenemos menos personal de confianza que el Consell de Menorca. Por tanto, creo que estamos con una capacidad de gestión que estamos aprovechando al máximo y en la que los consellers hacen funciones de directores insulares.

—La oposición siempre tiene en el punto de mira a la consellera de Participació Ciutadana, Carmen Domínguez, porque gestiona una cantidad parecida a la que cobra. ¿Está contento con su trabajo?

—Estoy contento con su trabajo. Cobra igual que un conseller porque es una consellera más y ninguno de los demás consellers podemos asumir el trabajo que ella hace. Primero porque ella tiene experiencia en esta área, como la tienen los otros consellers en las suyas. Pero además porque cada conseller está suficientemente saturado de trabajo como para asumir una conselleria que exige muchas horas de reuniones, muchas horas fuera de horario habitual y que lo que hace es vertebrar todo el tejido asociativo de Eivissa alrededor del Consell. Esperamos que si la situación económica mejora poder reforzarla, pero de momento Carmen Domínguez con su actividad a nivel de contactar y gestionar lo poco que tiene en la Conselleria está consiguiendo vertebrar lo que antes con una consellera y un director insular no se consiguió.

—¿Se bajarán ustedes el sueldo?

—Ante todo, creo que se está jugando con el dinero de los políticos, se hace verdadera demagogia. Y estoy completamente de acuerdo en que se tienen que adaptar los sueldos a través de una normativa general como la que está preparando el Gobierno central y que intenta llegar al máximo consenso de todos los partidos. Si lo que queremos es este modelo político no podemos estar siempre con el tema de si los políticos cobran demasiado o demasiado poco. Tendremos que validar unos sueldos de consenso. La sociedad tiene que reconocer el trabajo que hacemos los políticos y los políticos nos tenemos que hacer merecedores del sueldo que nos están pagando los ciudadanos y tenemos que tener unas pagas aceptadas por todos. Pero ya basta de hacer demagogia con esto porque lo único que crea es una ruptura con la sociedad.

—¿Qué tal es su relación con el exministro Abel Matutes?

—Tenemos una relación cordial y estoy a la disposición de él y de todos los ciudadanos de Eivissa.

—¿Cree que es lógico que se les dé una Medalla al Mérito Turístico por el Ushuaïa a Abel Matutes Prats?

—Yo no he sido el que ha intervenido en esta decisión, supongo que si desde el Ministerio lo han considerado así pues será que se la merece.

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