La secretaria de Organización del Partit Socialista de les Illes Balears (PSIB), Isabel Oliver, estuvo ayer en Eivissa para intentar «poner paz» y «reconducir» la situación tras la dimisión de los tres integrantes del sector crítico que formaban parte de la gestora que dirige la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE) desde la anulación del congreso.
Oliver se reunió por una parte con los tres dimisionarios y por otra con los líderes del sector crítico Pedro Campillo, Antonio Roldán y Dessiré Ruiz.
Campillo explicó que dieron toda su información y argumentos a Oliver, quien mostró una «actitud receptiva» y una «voluntad de intentar buscar soluciones». «El encuentro se desarrolló en tono cordial y ha sido comprensiva», añadió Campillo, que no sabe si la secretaria de Organización contaba previamente con toda la información.
Desde el PSIB confirmaron la presencia de Oliver en Eivissa e indicaron que el motivo de la visita fue para conocer de primera mano los motivos de la dimisión y ver como está la situación para intentar reconducirla. De todas formas, no quisieron adelantar ninguna posible decisión tras estos encuentros.
Durante la reunión con los dimisionarios de la gestora (José Manuel Bar, Pilar Ferrero y Manuel Rubio), éstos explicaron ampliamente los motivos de su renuncia para conseguir de la dirección del PSIB algún gesto para reconducir la situación. Por otro lado, en el encuentro mantenido con los líderes del sector crítico se detalló ampliamente la cuestión de los expedientes contra Antonio Roldán y Javier Pina, ambos del bando de Campillo. Todos mostraron su preocupación por la mala imagen que se está trasladando a la sociedad.
El presidente de la gestora, el oficialista Joan Boned, explicó que él no había sido convocado a la reunión pero que ve habitualmente a Oliver. «La decisión de poner la gestora fue del PSIB», recordó Boned, que indicó que «respeta totalmente» las gestiones que está haciendo la dirección del PSOE balear en este asunto. Por el momento, la gestora se tomará toda esta semana de descanso para reflexionar y ver cómo han funcionado los contactos. Eso sí, los expedientes que se han abierto contra Roldán y Pina seguirán adelante. «Ahora ya serán los instructores los que se pongan en contacto con ellos para que puedan aportar pruebas», explicó Boned.