La demarcación pitiusa del Col·legi Oficial d’Arquitectes de Balears (COAIB) criticó ayer a través de un comunicado el decreto urbanístico aprobado por el Govern porque «fomenta la pérdida de garantías», «añade más presión urbanística al suelo rústico», «abarata la legalización» y «consolida la desprotección del patrimonio».
Los arquitectos coinciden en que hace falta una normativa urbanística «más clara y precisa» que garantice la seguridad jurídica y que simplifique y agilice los trámites administrativos, incluidos los medioambientales. Sin embargo, consideran que el decreto añade más presión urbanística al suelo rústico permitiendo la implantación mediante la declaración de interés general de «prácticamente cualquier uso». Además, «facilita y abarata» la legalización «sin articular los mecanismos que eviten la reproducción de la situación actual de suelos transformados y edificaciones construidas ilegalmente».
Por último, creen que consolida la «desprotección del patrimonio» y abre la puerta a la «desprotección del territorio» con el silencio positivo transcurridos dos meses sin recibir respuesta por parte de la Conselleria de Medi Ambient a la evaluación de impacto ambiental.
No a los decretos
Los arquitectos aseguraron que no comparten «en absoluto la costumbre de ordenar el territorio impuesta por parte de los sucesivos gobiernos mediante decretos ley o leyes de acompañamiento hechas rápidamente y sin calibrar las consecuencias particulares de cada isla».
En este sentido, recordaron una cita del célebre arquitecto Josep Lluís Sert: «Yo creo que las Illes Balears están ahora en un momento muy peligroso. Creo que solo hay una cosa que puede salvarlas: una depresión económica. Parece terrible, pero el día que esto deje de ser un negocio tan fuerte es posible que se recupere el sentido común».
La junta directiva de los arquitectos piden que la ordenación y la protección del territorio y el patrimonio «vaya ligada al estudio, análisis y diálogo cuidadoso desde todos los niveles: paisajístico, medioambiental, social, etc., que se tiene que traducir en una normativa consensuada, clara y ágil que permita un desarrollo sostenible a largo plazo».

«Espacios que hay que proteger»

Los arquitectos recuerdan que las Pitiüses son un «territorio frágil» que ha sufrido varios boom de la construcción. «En los últimos 30 años, incomprensiblemente, se ha ido repitiendo este descontrol edificador», indicaron desde el COAIB. Recuerdan, no obstante, que aún se mantienen lugares «excepcionales que hay que proteger» y creen que las noticias que se han producido en los últimos meses son «descorazonadoras» porque «se quiere salir de la crisis por misma puerta por la que hemos entrado». Al decreto suman la ley turística y la «ambigüedad ante el resurgimiento de proyectos superados».