Se escucha de fondo «cuéntame como te ha ido, si has conocido la felicidad», estrofas que Fórmula V puso de moda en los años 60, y parece que todo se pone de acuerdo para recordar los cincuenta años que lleva abierto el Bar San Francisco en el pueblo del mismo nombre que se encuentra camino de Ses Salines.
Luego, sus mesas de madera, sus sillas antiguas, su foto de los Beatles en blanco y negro en la puerta, sus mapas antiguos de la isla de Eivissa en sus paredes, o un cartel de la barra, donde cosido a mano se puede leer «felicidades y suerte», nos confirman que estamos ante un lugar con solera.
«Realmente son 51 los años que llevamos abiertos, ya que al principio el bar estaba en la casa que mis abuelos tenían a a muy pocos metros de aquí, y que todavía existe», explica con una gran sonrisa su actual dueña, María Cardona Torres.
Negocio familiar
Ella lleva ocho años al frente del negocio pero por sus ojos han pasado multitud de historias y anécdotas que ha vivido el lugar. «Realmente los pioneros del negocio fueron mis abuelos, aunque luego fue mi madre, Antonia, la que mientras mi padre trabajaba en la salinera, empezó a servir platos de comida a los trabajadores», afirma María sentada en una de las mesas de la terraza.
Luego hubo un tiempo en el que el bar sólo abría sus puertas una vez al año, coincidiendo con la fiesta de Sant Francesc, el 2 de abril. «Eran otros tiempos y nosotros organizábamos una gran fiesta para celebrar todas las actividades que se hacían por aquel entonces y que ya no se celebran», afirma la actual dueña con cierto aire de nostalgia en su mirada.
Algo que no impidió que con el tiempo el lugar se fuera convirtiendo en un punto fijo de reunión para vecinos, paseantes, trabajadores y turistas. En este sentido María asegura que el público del Bar San Francisco «es muy diverso, ya que por aquí pasa gente mayor que me han visto gatear de pequeña sobre la barra de madera a turistas que vienen buscando una terraza, un café, una infusión o nuestros bocadillos, quesadillas, cocarrois o los panecitos rellenos de sobrasada y azúcar que se han convertido en nuestro plato estrella».
Eso sí, aquí todo funciona de forma contraria a los establecimientos de comida rápida, ya que como asegura María con una gran sonrisa, «aquí hacemos ‘slow food', con cariño a mano y hay que tener claro que, si se tiene prisa, éste no es el mejor lugar».
No en vano el lugar invita a la relajación y al disfrute, mientras al sol de esta primavera adelantada vuelve a sonar las estrofas de Fórmula V, que siguen pidiendo que les cuentes cómo te ha ido. Si es igual que estos últimos 50 años del Bar San Francisco, pues realmente bien.
Una paella para 250 personas
Todos los años para celebrar que empieza la temporada María organiza en el Bar San Francisco una gran comida para todos los públicos.
La primera vez fue una paella para ochenta personas, y en 2011 fue un homenaje al mundo pagès, con la propia dueña disfrazada de pagesa y una invitación a todos los niños que se animaron a acudir con su corn a participar en una peculiar brulada de corn.
Este año, aprovechando que se celebraba el cincuenta aniversario del bar y tras declinarse la primera idea de hacer una calçotada, se apostó por cocinar una paella a la que acudieron cerca de 250 personas.
2 comentarios
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Seguro que se come divino y se está super bien, sobre todo por las chicas tan guapas que lo lleváis. Os deseo lo mejor. y preparaos que viene el verano con todos sus "guiris". Te quiero María, ya me presentarás a tus amigas. Y si es posible poned más fotos o enviame un facebook o algo parecido donde mantener cierto nivel de contacto.Besos. Alejandro.
El afamado gastrónomo octogenario valenciano Juan B. Viñals Cebriá en el Libro de Visitas del Club Molt Distigit Cuiner de Valencia dejó éste extenso pero sabio escrito.-“La Paella valenciana o paella de la Parreta con nuestra receta, se debe de condimentar y debe de comportarse como un alimento para los sentidos que se funde lentamente –para prolongar el gozo- en la lengua e impregna el paladar. La sola acción de llevarse a la boca la paella supone para los que gusta saborear las –exquisiteces- casi una experiencia mística. La paella ha sido y es, para los más exigentes un alimento más divino que humano, tienta, deleita, reconforta, y su ancestral receta se inscribe dentro de los más puros cánones de la acreditada dieta valenciana o mediterránea, nadie puede alcanzar eminencia de buen sibarita, si antes no ha experimentado el placer de saborear la paella con la artesana cuchara de madera. Aunque solamente sea para dejar constancia del anacronismo que supone para el cocinero purista las llamadas paellas mixtas, al igual que otras, las que son un amasijo de demenciales ingredientes propios de cocineros inexpertos, igualmente que las multitudinarias, donde por medio de cadenas y plataformas de hierro se preparan una profusión de raciones de paella. Y las llamadas “populares” que se condimentan con unos hierros triangulares en el suelo de las calles. Por lo tanto todas esas muestras irreverentes culinarias nada tienen que ver con aquellas paellas que antaño se cocinaban con tanta solemnidad, ceremonial, y boato siempre unidas a los grandes acontecimientos de índole santoral, o familiar de los señores de la huerta, después de la mano de la burguesía capitalina se integró en los círculos artísticos y culturales de Alicante, Castellón y Valencia” (Traducido del valenciano) INGREDIENTES EXACTOS Y PRECISOS (para 4 personas): 500 gr. de pollo 500 gr. de conejo 250 gr. de bajoca (judía verde ancha) 200 gr. de garrofó (judía blanca ancha) 100 gr. de tavella 100 gr. de tomate natural maduro 400 gr. de arroz 100 CC. de aceite de oliva virgen Azafrán o colorante alimentario amarillo Sal Pimentón colorado Romero. Arroz: Son preferibles los arroces Denominación de Valencia, de las variedades Senia o Bomba, (grano medio o corto). Nunca utilice arroz de grano largo, porque absorbe menos caldo y no resulta tan gustoso Agua, (Queremos romper un mito, por los análisis realizados por personas experimentadas y de toda mi confianza estoy en condiciones de asegurar que todas las aguas potables son buenas para condimentar la paella valenciana). Infusión de Romero. (No coloquen tal cual la rama de romero en la Paella, hace vulgar y, sus briznas molestan al buen gourmet). Nota: No digan nunca paellera, paellera es la mujer que hace la paella. Por cuanto que tanto el continente como el contenido su verdadero nombre es: Paella.