Un año más los Reyes Magos acudieron a su cita con los formenterenses y a la caída del sol desembarcaban en la isla en medio de un gran alboroto por parte de los más pequeños que alucinaban al ver a sus Majestades de Oriente pisando el puerto de la Savina, dándoles besos y regalándoles caramelos. «Me han entendido» decía una niña a la que se le saltaban las lágrimas de los ojos mientras aseguraba «me han dicho que como he sido buena me dejarán lo que he pedido».
Pasaban unos minutos de las cinco y media de la tarde cuando el Eivissa Jet de la naviera local, Mediterranea Pitusa, atracaba en la Savina con una de las cargas más deseadas del año, los juguetes para los niños de Formentera. Después, los pajes abrieron camino a los Reyes Magos que, tras saludar a los más pequeños que alucinaban sólo con verlos pasar, tocar su manto o recibir una caricia de ellos, se subieron a las carrozas que debían trasladarlos a Sant Francesc.
Allí, tras esperar que el espectáculo de animación comenzara, acudieron a la iglesia de Sant Francesc donde fueron recibidos por el párroco y presentaron sus respetos al Niño Jesús mientras escuchaban ‘nadales' interpretadas por el coro de Formentera y pasearon entre antorchas y una falsa nevada hasta el balcón de la Casa Consistorial. Ahí les esperaba la consellera de Cultura y Patrimonio, Sònia Cardona, quien les agradeció su presencia en la isla, elogió su trabajo con los pequeños y les pidió que hagan de 2012 un año mejor que el pasado.
Tras ello, de Sant Francesc se dirigieron a Sant Ferran donde comenzaron a repartir regalos entre los más pequeños, y finalmente, Melchor, Gaspar y Baltasar, terminaron su recorrido en Formentera, dando los presentes a los niños del Pilar de la Mola
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