Loli, Sonia, Patri y Juan Carlos acudieron un día después del partido a su puesto de trabajo con la mejor de sus sonrisas. «Lo vimos cada uno en su casa y después fuimos a la fuente», comentaron. | ESTEVE FRANQUESA

Para algunos, los que trabajaron, el día de ayer fue muy duro. Para otros, los que no, fue una jornada más de disfrute del triunfo español. «Somos de Escocia y nos gusta el fútbol. Vimos el partido en el hotel y después fuimos a la playa a mezclarnos con la gente de aquí para celebrarlo. Fue emocionante», afirmó David, que ayer tomaba un refresco con su mujer Hilda en una terraza de Eivissa luciendo una camiseta de la selección española. Lucinano y Chelo, por su parte, abandonaron ayer la isla después de haber vivido la final en el parque Reina Sofía: «Se veía fatal, pero había mucho ambiente. Después del partido seguimos a la masa, llegamos a la fuente y nos remojamos un poco». Y frente a los que disfrutaron ayer de la celebración de manera relajada se encontraban quienes tuvieron que ir a trabajar. «He dormido poco, pero había que celebrarlo. La mañana está siendo dura. Merece cien por cien la pena a pesar del sueño», explicaba Marga, dependienta de la tienda Fannyfox del puerto, que luce unos maniquís con bandas, gafas y banderas españolas. «Lo mantendremos así como mínimo una semana más», precisó.