El programa de 'slow breaks', de estancias cortas, estará en marcha a partir del mes de octubre, según confirmó la consellera de Turisme, Pepa Marí, que confió en que Eivissa aparezca en los programas de los touroperadores y agentes de viajes a lo largo de este invierno. «Ahora mismo se está vendiendo una cosa que no tenemos concretada. Los agentes deben asociar sus plazas de vuelos con un producto determinado, que es lo que nos falta y que es algo que sólo podemos plantear desde aquí», indicó Marí.
El programa 'slow breaks' está centrado en la «consolidación de Eivissa como destino de estancias cortas, destinado a desarrollar un producto turístico complementario fuera de temporada» para apoyar los productos turísticos que hagan «un uso sostenible e innovador de los recursos ambientales, culturales y patrimoniales que caracterizan a la Isla».
Para ello, Marí señaló que se está trabajando para buscar la fórmula más adecuada y ofrecer diferentes opciones que hagan de Eivissa un lugar atractivo durante los meses de temporada baja. La consellera indicó que el producto, impulsado por la máxima institución, será lanzado por la Fundació per a la Promoció Turistica con el objetivo de convertirlo en un proyecto público-privado «y así será mucho más cercano a todos los empresarios». Para poder llevar a cabo esta fórmula a lo largo de este mes de abril se sacará a concurso una plaza pública para regentar una gerencia de la Fundació e intentar que el candidato sea «cercano y de la confianza del sector empresarial».
Asimismo, también indicó que tanto los touroperadores como las aerolíneas han mostrado su predisposición y «su apuesta por Eivissa con el incremento de algunas de las conexiones».
Apoyo empresarial
La responsable del área turística del Consell indicó que los empresarios también han mostrado su apoyo y aseguró que se está llevando a cabo una «colaboración muy estrecha» con el sector con el fin de hacerlos partícipes de las decisiones que se toman desde la máxima institución.
La consellera apuntó que los beneficios del programa no serán inmediatos: «A nivel de resultados no cambiará de la noche al día pero puede crear una dinámica que rompa el círculo vicioso que existe actualmente de 'no hay hoteles abiertos porque en invierno no hay nada y no hay nada porque no hay vuelos y no hay vuelos porque no hay hoteles'. Esperemos que esta tendencia cambie de forma paulatina».
El programa 'slow breaks' tiene un plazo de desarrollo de cuatro años, en los que se invertirá un presupuesto inicial de 3,3 millones de euros. Esta partida presupuestaria se repartirá de la siguiente manera: 400.000 euros para este año; 900.000 euros para 2011; 1,2 millones de euros en 2012 y los 800.000 euros restantes en 2013. Actualmente también se están manteniendo conversaciones tanto con Ibatur y con Tourespaña con el objetivo de saber cuáles serán las aportaciones económicas de cada una de las instituciones».
Incremento de los visitantes extranjeros
El Consell prevé aumentar el número de visitantes no nacionales en un 260 por ciento, según explicó la consellera del área, Pepa Marí, al Consell Sectorial de Turisme. Para ello, la máxima institución confía en estimular a las aerolíneas con el fin de mantener las conexiones directas a los mercados emisores durante la temporada baja. Este incremento de turistas tendría lugar en temporada baja, entre los meses de octubre a mayo. De cumplirse estas previsiones colaborarían a aumentar los ingresos turísticos y mejorar y consolidar las expectativas de las pequeñas y medianas empresas «favoreciendo la estabilidad en la ocupación y creando una dinámica que se consolide los próximos años», según apunta el documento proyectado durante esta reunión.
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