El sociólogo Antonio Tarabini alertó ayer de la situación de vulnerabilidad de los inmigrantes que viven en Balears ante los efectos de la crisis. De hecho, son frecuentes los casos en los que estas personas no cuentan con el apoyo anímico y económico familiar ni con la ayuda de los servicios sociales, instituciones u organismos que prestan asistencia a los más necesitados.

Así lo manifestó el presidente de la Fundación Gadeso, después de lo ocurrido el pasado lunes, cuando un magrebí se intentó 'quemar a lo bonzo' en la sede de CCOO de Balears, al no encontrar salida a su situación de desempleo. Al respecto, recordó que hace tan sólo unos días la portavoz del Govern, Joana Barceló, realizó unas manifestaciones diciendo que le preocupaba que la crisis económica terminara siendo una «crisis social», algo que para Tarabini, es lo que realmente está ocurriendo.

«Estamos ante una crisis socioeconómica, porque está afectando a colectivos que están en situación objetiva de exclusión y a otros grupos que corren el riesgo de estarlo», argumentó al respecto. Según el sociólogo, cuando una persona o familia atraviesa una situación difícil, es fundamental poder contar con el apoyo de las redes sociales y de familiares y amigos de su entorno.

Conflictividad

La falta de apoyo emotivo y el no saber a dónde acudir para cubrir sus necesidades básicas, hacen que estas personas caigan en la «desesperación». En este sentido, precisó que las peleas y conflictos que surgen «no son más que el reflejo de situaciones reales que están viviendo muchas personas». En ocasiones, representan una «válvula de escape» ante situaciones personales que no tienen salida, remarcó.

Para Tarabini, la sociedad balear está viviendo en un contexto de «perplejidad y desconcierto» debido a que los ciudadanos «no entienden cómo en apenas dos años hemos pasado una sociedad que parecía un cuento de hadas a estar sumida en una importante crisis económica que, inevitablemente, redunda en una pérdida de bienestar social».

El sociólogo Antonio Tarabini aseguró que actualmente existe en la sociedad balear un «cierto sentimiento de rabia» al observar que «determinados señores actúan mal éticamente y estéticamente», lo que provoca una indignación entre la gente que está pasando por serias dificultades y que además no ven que las instituciones estén poniendo en marcha «instrumentos de corrección y medidas de prevención para atajar el problema», apostilló.