Sebastiana carbonelL

Lorenzo Bravo, nacido en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) en 1952 y residente en Mallorca desde 1970, lleva la mayor parte de su vida en la Unión General de Trabajadores (UGT), militante comunista en su juventud, se afilió al PSOE en 1981, tras el golpe de Estado del teniente coronel Tejero. Casado y padre de una niña de 16 años, los que él lleva en el cargo de secretario general de la UGT Balears, los días 23 y 24 de septiembre se presenta a la reelección para trabajar en la primera línea sindical durante cuatro años más.

-Dieciséis años como secretario general de la UGT en Balears ¿Todavía no se ha cansado de estar en la primera línea del mundo sindical?

-No me he cansado, aunque lo he meditado mucho, también ha influido el hecho de que mis compañeros me hayan pedido que continuara al frente del sindicato durante los próximos cuatro años. Repito como candidato con muchas ganas y con la ilusión de poder continuar dedicándome a defender a mucha gente que lo necesita, a los trabajadores. Dejar la Secretaría General de la UGT en plena crisis me parecía como una huida, y yo creo que huir es cosa de cobardes.

-Pocos secretarios generales de su sindicato deben llevar 16 años en el cargo. ¿O es habitual que un secretario general se perpetúe en el cargo durante cuatro mandatos?

-Hay un poco de todo, nuestro sindicato no pone límite a los mandatos, pero la verdad es que soy el segundo secretario general más antiguo de la UGT en todo el Estado, sólo me supera mi compañero y amigo Josep Àlvarez, que ya está llevando a cabo su cuarto mandato como dirigente de la UGT en Catalunya.

-Su organización es mayoritaria en Balears. ¿La afiliación al sindicato continúa creciendo?

-Si, somos el sindicato mayoritario en las Islas, contamos con más de 3.200 delegados y casi 20.000 afiliados, y con respecto a hace cuatro años la afiliación ha crecido en un 11 por ciento, no son malos datos.

-¿A usted le parece que la gente todavía cree en los sindicatos? ¿Cómo ha cambiado el sindicalismo desde hace 16 años hasta ahora?

-La gente continúa creyendo en el sindicalismo, sobretodo si los sindicalistas estamos cerca de ellos, y nos comprometemos a resolver sus problemas. ¿Cómo ha cambiado el sindicalismo? Se ha hecho más grande, hemos perdido un poco en ideología pero no en compromiso, en algunos casos se tendría que 'militar' más, participar más. La UGT está afrontando más o menos bien la situación, pero yo creo que en época de crisis como la que estamos viviendo todos nos tendríamos que comprometer más. Como autocrítica yo pediría que en los sitios en los que tenemos poca presencia deberíamos doblarla y donde la tenemos mantenerla. Tenemos que estar cerca de los trabajadores.

_¿La gente entiende el papel que están jugando los sindicatos en esta época de crisis?

_La gente que conoce nuestro trabajo sí. Los que ven que ahora se ponen en marcha prestaciones para los parados, cuando hace años que nosotros lo pedimos, si que lo ven.

-El lema de su XII Congreso es 'La solución en el trabajo' ¿Cuáles serán las líneas básicas de trabajo del décimos segundo congreso?

-Vamos a abundar en la necesidad de desarrollar el Pacte per la Competitivitat, firmado por los agentes económicos y sociales, y el Govern, el pasado mes de junio, y cuyo impulso resulta urgente en una época de crisis como la actual.

-¿Va a ser un congreso unido?

-Esperamos que lo sea. Se presentan dos ponencias y el programa, para el que se han presentado 170 enmiendas, que tratan aspectos como el diálogo social, el consumo responsable, la igualdad, la sanidad o la educación. La formación, especialmente la formación permanente de los trabajadores y trabajadoras, es también un punto importante a debatir y a tener en cuenta. También queremos potenciar y mejorar la intermediación laboral. Todo ello sin olvidar cuestiones tan importantes como el comercio, el turismo y el sector servicios, que tienen que continuar teniendo un peso relevante en la economía y la ocupación de las Islas.