El director general d'Obres Públiques del Govern, Antoni Armengol, resaltó ayer la gran complejidad técnica que implican los proyectos de drenaje de la autovía al aeropuerto, que estos días ha vuelto a inundarse por no contar con un sistema adecuado para evacuar el agua. El Govern lleva dos años trabajando en esta cuestión y todavía no ha acabado ninguno de los proyectos, uno de los cuales tiene que contar con el beneplácito de hasta una docena de organismos públicos, entre ellos Costas y el parque natural de ses Salines. Por todo ello, Armengol duda de que esta obra pueda estar hecha en los próximos dos años, aunque indicó que ahora mismo es su «prioridad absoluta», ya que uno de sus objetivos es dejar los dos proyectos aprobados esta legislatura para que los pueda construir otro Govern.

El director culpó de este grave problema al anterior Govern del PP porque no construyó drenajes y las dos tuberías iban a parar una al lado de un hotel y otra al lado de una casa, con el peligro de inundación que ello supone. De hecho, la Comissió balear de Medi Ambient aprobó la autovía del aeropuerto con la condición de que se hicieran los drenajes, algo que el anterior Govern incumplió. «En este proyecto eran más importantes los drenajes que la propia autovía, era lo esencial», indicó Armengol, que asegura que el PP «cerró los ojos». El director general fue más allá y dijo que soterrar la autovía era «inviable» porque si el anterior Govern hubiera tramitado el proyecto «como tocaba nunca se hubiera autorizado la trinchera».

El conseller insular de Mobilitat, Albert Prats, explicó que una vez que el Govern del PP recibió el informe negativo de la dirección general de Recursos Hídrics para construir la autovía debería haber renunciado a la trinchera o bien seguir adelante con el proyecto pero resolviendo primero el drenaje. «Tenía una solución tan difícil y de tan largo recorrido que se renunció al drenaje», añadió Prats, insinuando que, «seguramente», porque «alguien necesitaba tierra y agua» en alusión al campo de golf que proyectaba el Grupo Matutes.

El conseller lamentó que ahora esto es un «río sin conexión al mar» y recordó que el anterior Govern dejó uno de los tubos de drenaje al lado de la casa de un vecino con una capacidad máxima de 13 m3 por segundo, con lo que en caso de lluvias fuertes el agua «se podría haber llevado su casa y su coche».

Prats se mostró muy enfadado porque el PP dice que en dos años ya se debería haber hecho el drenaje: «Es algo que no se puede aceptar, es de un cinismo inaudito y de tener mucha cara dura; demuestra a qué altura están estas personas». El conseller también recordó que las canalizaciones deben discurrir por un entorno muy sensible, al lado del parque natural, por lo que considera que la actuación del PP en este tema ha sido una «grave irresponsabilidad y una negligencia fuerte» porque ignoraron informes negativos. «Parece mentira que algo así ocurra en el siglo XXI».

Golf de Matutes

Preguntado sobre si no se hizo el drenaje adecuadamente para que hubiera tierra y agua para el campo de golf, Armengol indicó que «no tiene ninguna prueba» pero que todo «liga» e indicó que no sabe qué se proyectó primero, si la carretera o el golf.

El director general explicó también que los costes del plan de emergencia que se monta cuando llueve los asume la empresa concesionaria porque aceptaron una obra sin drenaje. «Si me presentan una factura no la pagaré», añadió.

El Govern está tramitando los proyectos de dos canalizaciones. La primera tubería, que sale de la zona de los viveros, ya ha salido a exposición pública y se han presentado alegaciones. El proyecto llegará a la Comissió balear de Medi Ambient dentro de un mes y este organismo tiene otro mes para decidir. Luego habrá que pedir una autorización de vertidos a Litoral y una concesión a Costas. El otro drenaje, que sale del enlace de ses Salines, es mucho más complejo y pronto saldrán tres alternativas a exposición pública. Sobre él tienen que decidir 12 organismos.

Mientras no llega la solución definitiva el Govern ha optado por ampliar la capacidad de desagüe de la autovía en vista de las inundaciones de estos días. El problema que ha habido es que ha llovido tanto que la balsa que recoge el agua se desbordó e inundó la zona de los hoteles de Platja d'en Bossa, sobre todo por el área del Bahamas y el Palladium. «Esto no volverá a pasar», explicó Armengol, que indicó que la decisión que tomaron fue cerrar las bombas de impulsión y cerrar la autovía al tráfico, que es un «mal menor». «Hasta ahora aguantaba pero estas lluvias han demostrado que no», indicó el director, que adelantó que en una semana o diez días habrán decidido la actuación a llevar a cabo, que podría consistir en ampliar la balsa. También se quedará un ingeniero de la Conselleria de guardia. Armengol quiso pedir disculpas a todos los afectados y aseguró que relatará estos hechos a todos las instituciones para acelerar los drenajes.

El conseller del PP Vicent Serra criticó ayer al Govern por no haber solucionado el problema de los drenajes pese a que ya han pasado dos años. «Reconozco que puede haber defectos y que se podría haber hecho mejor, pero ya han pasado dos años y medio y no pueden seguir echándonos la culpa», dijo Serra, que indicó que en la misma situación están las residencias: todavía inacabadas.