Cáritas Diocesana de Eivissa mantiene que el solar de Sa Real es la única alternativa que tienen para instalar el comedor social provisional. «Es la única opción», dijo ayer el delegado episcopal en Cáritas, Miguel Angel Sánchez, sobre el comedor social ante la polémica suscitada por su instalación en las proximidades del colegio diocesano de Sa Real que ha generado un rechazo entre los padres. Asegura que ahora no hay posibilidad de dar marcha atrás a este proyecto. «En estos momentos no tiene sentido cuando está el acuerdo de todas las partes implicadas y cuando se han empezado las obras para instalar el pabellón prefabricado. El día que se construya el centro integral se levantará ese pabellón y no quedará rastro de que haya quedado ese centro», dijo
El nuevo comedor social, con una capacidad de 80 menús, está previsto que esté en funcionamiento a partir de octubre. «Es una obra poco radical, muy superficial que no modifica nada», explicó.
Compatibles
Sánchez dijo ayer que «la respuesta de los padres es poco reflexionada, tal vez se han dejado llevar por una primera impresión y, a lo mejor, porque no tenían una idea clara de lo que se trata». Aseguró, en este sentido, que «se han adoptado todas las precauciones para que no hubiera interferencia con la actividad del colegio y estamos seguros que son compatibles el colegio y el centro».
Una de las quejas de los padres ha sido la falta de información acerca de este proyecto, tanto desde el Obispado como de la dirección del colegio. «Nosotros no podemos entrar en eso porque ni somos el centro ni el obispado. Somos Cáritas y hemos planteado a la mesa de la exclusión está posibilidad y todos estuvieron de acuerdo en aceptar este ofrecimiento», añadió el delegado diocesano de Cáritas.
Sánchez compareció ayer públicamente junto al director de Cáritas, Joan Marí, para explicar los detalles del convenio con la Diócesis de Eivissa en el que se estipulan las condiciones en las que se realiza la cesión del uso de solar en el que se instalará el nuevo comedor social que se denominará «Centre Mambrè».
El acuerdo establece que el nuevo comedor estará separado, con los medios adecuados, de los locales y patios del colegio; con puerta de entrada y salida propia que dará directamente a la calle, alejada de la entrada de los alumnos; que se utilizará en horario de cenas, fuera del horario escolar y se dotará de un vigilante de seguridad.
Provisional y sólo cenas
El convenio establece también la duración del uso, que no superará «el momento en que el nuevo centro de atención integral mancomunado por las administraciones públicas entre en funcionamiento» y será un pabellón prefabricado «que podrá ser desmontado y retirado de lugar que ahora ocupe cuando no dras necesario». El centro de atención integral no comenzará a prestar sus servicios hasta dentro de dos o tres años.
Cáritas aseguró que el nuevo centro insular «es una instalación necesaria que surge por el acuerdo tomado en la mesa de exclusión social», en el que participan m, además de la entidad diocesana, los ayuntamientos y el Consell. Además, añadió que la mesa de la exclusión aceptó el ofrecimiento de la Diócesis. «No es una cuestión exclusiva de Cáritas sino también de los ayuntamientos y el Consell los que aceptaron el ofrecimiento de la Diócesis porque pareció viable y no había alternativa», insistió el delegado episcopal. Aseguró, además, que si los integrantes de la mesa de exclusión social no hubieran aceptado esta ubicación provisional, «no hubiéramos salido adelante».
«Lo que más debe preocuparnos es que aumenta en la isla el número de personas que tienen que acudir al comedor. Creo que estamos haciendo fuegos artificales con lo que realmente no es importante», opinó Miguel Angel Sánchez. Destacó, en este sentido, el aumento de comidas calientes en el comedor social. «No damos abasto y tenemos que dar bocadillos», añadió el delegado episcopal que hizo un llamamiento a la solidaridad. El comedor de Cáritas sirvió 11.000 comidas en 2008 y sólo el primer semestre de este año ha llegado a 10.900. Cáritas calcula que aumentará los usuarios este otoño e invierno. «No hablamos de cosas superfluas sino de algo tan elemental y primario como es comer cada día», apostilló.
Un grupo de padres ha organizado una concentración silenciosa, a través de sms, en las puertas del colegio de Sa Real el viernes a las 19 horas. Los padres han expresado su malestar por la decisión adoptada de «manera unilateral» de instalar el comedor en unos terrenos adyacentes a los colegios diocesanios de Santo Domingo Savio y Juan XXIII. De hecho, el pasado lunes acudieron más de un centenar a la reunión convocada por la junta directiva de la Asociación de Padres de Alumnos.
«Hagamos lo posible para rebajar la tensión. No vale la pena hacer un gran problema de todo esto porque cuando empiece a funcionar ya se verá que se puede llevar con toda naturalidad sin que pase nada», aconsejó ayer el delegado episcopal a la prensa. «En 15 años, fuera de algún altercado, ha funcionado bien», dijo. En el comunicado, Cáritas lanza un mensaje a los padres recordando que «voluntariamente han encomendado la educación de sus hijos a un colegio católico que tiene el Evangelio como su máximo y explicíto ideario» pidiendoles que apoyen esta iniciativa «a favor de los pobres que son sacramento de Cristo».
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