Ya lo dicen que más vale tarde que nunca. Y cuando se trata de exámenes, no es para menos. Con los nervios a flor de piel, las uñas mordidas y el rostro cansado se presentan los estudiantes de Eivissa y Formentera a los exámenes de Selectividad de este mes de septiembre. Unos exámenes que, para todos, suponen la última oportunidad del curso para aprobar, la última oportunidad para quitarse de encima el odioso instituto y pasar a la deseada universidad.

Durante los días de ayer, hoy y mañana, estos chicos y chicas tendrán que demostrar que han estudiado durante el verano y tienen la lección bien aprendida. Tiempo no les ha faltado, ya que han tenido dos meses completos para repasar.

Los exámenes, que se afrontan en el Instituto IES Sa Colomina, verán pasar a más de un centenar de estudiantes de las Pitiüses, el 40'2% de los cuales pertenecen a la modalidad de Ciencias Sociales. El menor porcentaje lo representa la modalidad de Artes, con un 6'71% de matriculados.

Un examen más
La leyenda dice que la selectividad ladra, pero no muerde. Los minutos previos, según comenta Patricia, profesora de Economía, son los peores: «Una vez pasa el primer examen, ya está. Los chicos van muy nerviosos al principio; el momento de entrar en las aulas es el peor. Al tercer día incluso se le coge el gustillo», bromea.

Estos últimos minutos se viven de maneras diferentes según la persona. Alba y María repasan rápidamente sus hojas, en busca de algún dato desconocido: «A estas horas ya no se puede hacer nada, sin no has estudiado, ahora no hay nada que hacer, pero bueno, seguiremos repasando por si acaso».

Por otro lado, Miguel, Andreu y Carmen, que prefieren charlar de cosas ajenas a los exámenes: «Lo último que hay que hacer en situaciones así es preocuparse. Si aprobamos, bien, pero si suspendemos no es un drama».

Durante el día de ayer se realizaron tres exámenes: Castellano, Catalán e Historia o bien Filosofía. Hoy serán dos las pruebas llevadas a cabo, al igual que mañana, día en que finaliza la temida selectividad. Pero, como los estudiantes mismos dicen, «no son más que siete exámenes más. Estudias como para cualquier prueba del instituto. Lo que pasa en que en estas te la juegas más, porque ya no hay más recuperaciones».

Mañana, fin del sufrimiento, aunque seguro que muchos lo pasarán peor por tener que esperar las notas.