El delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socías, manifestó ayer que no dio «ninguna instrucción ilegal» al indicar que los detenidos en el llamado «caso Palma Arena» no debían ir esposados en su traslado, sino que atendió a la «ausencia de peligrosidad y escaso riesgo de fuga» de los arrestados.

En un comunicado, el delegado del Gobierno explica la orden que dio de no esposar a los cinco arrestados en la «operación Espada» por la presunta trama de corrupción en la construcción del Palma Arena, entre ellos dos ex altos cargos del PP, cuando fueran conducidos desde la comisaría a los Juzgados y señala que tuvo en cuenta tanto «la notoriedad» del caso como «la personalidad de los detenidos».

El comunicado destaca la «ausencia de peligrosidad» de los detenidos, «el escaso riesgo de fuga y las consecuencias que sobre sus derechos fundamentales podría tener una u otra manera de conducción», elementos que «permitían que la misma se hubiera realizado sin esposamiento».