Más de una docena de participantes calentaba, skate en mano, para comenzar el campeonato. Sito, uno de sus organizadores, comentaba su funcionamiento: «La intención es que sea como un campeonato real. Cada rider tiene un minuto y medio para demostrar lo que saben hacer. Habrá dos rondas y los puntos se sumarán. Al final, los seis o siete mejores pasarán a la final de mañana». Sobre las valoraciones, destacó: «Lo que se valorará serán las habilidades especiales y que los participantes utilicen todos los módulos».

Y dicho esto, a rodar. El primero en hacerlo fue Hugo, que contaba con su madre como espectadora de excepción. «Apréndete bien el recorrido», le decía ella, muy animada. Tras él, todos los demás, que manipulaban el skate de manera magistral.

Pero, como mencionaba Sito, no se trata de un torneo solo para niños: «Tenemos gente de entre 8 y 27 años. El fingerskate no es sólo un juego de niños, hay que hacer callo para ser bueno».

Raúl y Carlos miraban el espectáculo: «Hemos venido a mirar. Somos muy aficionados al skate desde hace poco más de un año y algún día nos gustaría ser profesionales».

Hoy se disputa la final del campeonato. Los ganadores obtendrán material de skate y fingerskate. M.B.