Vecinos del municipio de Sant Josep han denunciado los elevados índices de salinidad que se están registrando durante el mes de agosto en la red de suministro de agua potable, un problema que se arrastra desde hace años pero que había mejorado en los últimos meses gracias a la instalación de desaladoras móviles en Sant Jordi y de una bomba de impulsión en Cala de Bou.

El concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Sant Josep, Josep Antoni Prats, explicó que ya advirtieron en su día de que en verano el agua sería más salada en zonas como sa Caleta y Plana den Fita, donde durante algún tiempo se les ha estado suministrando agua de mejor calidad.

Estos envíos de mejor agua se han podido mantener durante buena parte del mes de julio pero resultan imposibles durante el mes de agosto porque las desaladoras instaladas en ses Eres «no dan abasto.

«En el oeste de Sant Jordi estamos de pruebas desde hace meses y no se puede mantener un suministro estable de agua dulce porque las plantas no dan abasto, por lo que puede haber ciudadanos que antes tuvieran agua dulce la vuelvan a tener salada», advirtió el concejal.

Averías diarias

En la zona de Sant Jordi se produjo también hace unos días una fuerte avería que dejó sin suministro a los vecinos, algo que según Prats no se ha vuelto a repetir. De todas formas, advirtió que la red de aguas de Sant Josep es «muy complicada» y registra tres o cuatro averías diarias, aunque la mayoría de las veces no repercuten en el ciudadano.