Herbusa y Pimeef tachan de 'injustificada' la huelga de los trabajadores

El asesor legal de la empresa, José Ramón Buetas, explicó que las peticiones del comité de empresa son «desmesuradas» porque se habla de incrementos entre el dos y el tres por ciento por encima del IPC. Además, atribuyó el desencuentro a que la composición sindical del comité de empresa ha cambiado recientemente, con lo que también han cambiado las peticiones.

Buetas destaca que los trabajadores de limpieza y basura tienen unas condiciones laborales y de sueldo «muy superiores» a la mayoría de asalariados de Balears. «El trabajador que menos cobra, gana más que el que más cobra en el convenio de hostelería», resaltó el abogado, que indicó que las peticiones sindicales son todavía más «injustificadas» si se tiene en cuenta la situación de crisis económica, que está provocando importantes problemas de financiación a los ayuntamientos. Además, recordaron que es una total «irresponsabilidad» convocar una huelga en pleno agosto cuando el turismo no vive la situación más halagüeña.

Abiertos a negociar

Buetas aseguró que quieren seguir negociando aunque «con otros parámetros» que los que se han barajado hasta ahora. La oferta de Herbusa es la reducción de la jornada anual en un 3,3% y la mejora del IPC. De todas formas, el asesor legal indicó que se da un problema y es que el anterior comité de empresa consiguió un aumento salarial muy importante para un determinado grupo de trabajadores que ahora se quiere conseguir para el conjunto de los empleados, algo que supone el 2% de la masa salarial. «Esto los trabajadores no lo computan», resaltó el asesor, que cree que se deberían equilibrar los sueldos. Asimismo, piden tener dos días libres por cada cinco trabajados pero «no quieren prescindir de los cinco días de asuntos propios». «Todo el mundo lo quiere todo y en una negociación hay que tener los pies en el suelo».

Herbusa cuenta con unos cien trabajadores con retribuciones brutas anuales que van desde los 21.000 euros hasta los 30.000 que puede cobrar un conductor. La jornada es de 39 horas semanales, tienen 35 días de vacaciones y cinco días de asuntos propios. Libran dos días por cada seis trabajados.

La empresa ya ha hablado con los ayuntamientos para la fijación de servicios mínimos y consideran imprescindible el vaciado de papeleras en la ciudad y la recogida de basuras. También es prioritaria la limpieza de algas en las playas para «no provocar más daño al turismo», según destacó el gerente de Herbusa, Antoni Ribas.

Los alcaldes de Sant Joan, Sant Josep y Santa Eulària se reunieron ayer con los sindicatos y con Herbusa para conocer de primera mano las reivindicaciones de cada uno. Según explicó la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Annamrie Fussa, los alcaldes les pidieron que reflexionaran y que hicieran algún gesto, además de expresarles su preocupación por una huelga de basuras en pleno verano. «Nos han hecho preguntas y nos han dicho que no quieren hacer de negociadores, simplemente se han interesado por la problemática», indicó Fussa, que cree que la empresa «también tiene que hacer algún gesto». «Seguimos abiertos a la negociación, pero todos tenemos que ceder, no sólo nosotros».

Desde la Petita i Mitjana Empresa (Pimeef) mostraron ayer su «preocupación» por la huelga. «Es un auténtico dislate y un despropósito en pleno mes de agosto», dijeron los empresarios, que creen que se trata de una «irresponsabilidad manifiesta» de los trabajadores, sobre todo época de crisis. Alertaron también sobre el perjuicio que supone para el sector turístico.

Desde el Consell mostraron una vez más su preocupación y confiaron en que se pueda llegar a una solución.

Desde Herbusa aseguraron ayer que la crisis económica está provocando una bajada en la recogida de basura en toda la isla desde principios de año de un 6%. «Esto es muy revelador a nivel económico», destacó el gerente de Herbusa, que ofreció otro dato impactante, y es que en Santa Eulària descendió la recogida de basuras un 20% durante el mes de junio en comparación con el año pasado. «Es una bajada que no se había registrado en 20 años», destacó Ribas, que indicó que los ayuntamientos «a duras penas» les pueden pagar. Incluso hay algunos que les deben dinero desde hace dos años y otros pagan con ocho meses de retraso. «Mientras, los sindicatos hacen reclamaciones que serían difícilmente asumibles aunque no hubiera crisis», criticó el gerente de Herbusa,que cree que existe una acción sindical «perfectamente organizada» con los trabajadores de la concesionaria de recogida de basuras de Vila, Cespa.