«Música y ruidos intolerables hasta pasadas las cuatro de la madrugada y un camino público totalmente bloqueado». Esto es lo que supuso para los vecinos de Sant Rafel la fiesta de cumpleaños que el productor musical Pino Sagliocco organizó en su casa y por todo lo alto en la madrugada del domingo al lunes, superando el medio millar de invitados.

La Asociación de Vecinos de Sant Rafel quiso mostrar su «enfado» y «solicitar que se tomen las medidas oportunas» contra lo que consideran «una fiesta ilegal», que provocó además «una avalancha de llamadas a la Policía Local y a la Guardia Civil por parte de vecinos que tenían que trabajar al día siguiente» pero que «no lograron la actuación de las autoridades para terminar con las molestias». «Queremos lamentar que, una vez más y de forma absolutamente intolerable, se haya vulnerado el derecho al descanso de los vecinos de esta localidad. Los problemas con el ruido son una constante y un mal endémico de nuestro pueblo y esta situación parece no tener fin», se quejó la agrupación mediante un comunicado, cuya junta directiva decidió hacer pública la queja así como trasladarla al Ayuntamiento de Sant Antoni y a la Delegación insular del Gobierno para saber porqué no se actuó contra la fiesta cuando lo demandaron los vecinos.

La agrupación indicó también que la fiesta «no tenía ningún tipo de medida de seguridad» en cuanto a la cantidad de tráfico que congregó en la zona y que algunos vecinos optaron por acudir a las cuatro de la mañana a las puertas de la propia residencia de Sagliocco porque «no podían dormir».

Asimismo, manifestaron su enfado porque «cuando el tema de los ruidos de las discotecas parecía medio controlado, aquí llega uno, hace su fiesta particular, y molesta a todo el barrio». Por ello piden que «algo así no vuelva a ocurrrir».

Pino Sagliocco ya cuenta en su haber con una sanción de la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear que le obliga a pagar una multa de 17.300 euros por la celebración de otra fiesta multitudinaria durante el verano de 2006 en el interior del parque natural de ses Salines.

Fue el festejo de su boda con Lorena Giovalisco que acabó con un banquete en una casa de Puig des Falcó con prácticamente otros 500 invitados, entre los que se contaban, como en cada una de sus celebraciones, numerosos personajes de fama nacional e internacional.