El delegado en Eivissa y Formentera del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), Ramón Arnau, vaticinó hoy que el sector continuará perdiendo fuerza si las entidades bancarias no recuperan la confianza en empresarios y particulares. Arnau responsabilizó a los bancos de «haber hinchado el sector, concediendo créditos con excesivas facilidades, mientras que ahora han cerrado el grifo dificultando las transacciones inmobiliarias».

En este sentido, aseguró que la demanda continúa, pero la «psicosis» por la crisis hace que los compradores potenciales se esperen a que los precios «bajen aún más».

Una reducción en el valor de los inmuebles de segunda mano que podría rozar entre el 5 y el 8 por ciento entre finales del presente ejercicio y principios de 2010, según consideró Arnau en declaraciones a Europa Press, si bien añadió que en el caso de las Pitiusas se verá «resguardado» por las especiales condiciones de la isla.

La bajada del IPC y del Euribor y su afección a la vivienda es una «salida» a esta crisis, según apuntó, «ya que en préstamos a 40 años con hipotecas de 650.000 euros suponen un ahorro de 250 euros al mes que es una cuantía muy importante», agregó.

La situación negativa se extenderá hasta 2010, según lamentó el experto, quien consideró que el alquiler con opción de compra será una medida que cobre una mayor importancia en los próximos meses, por encima de la conversión de promociones terminadas en VPOs «ya que mucha gente en situación de desempleo no puede ni siquiera pagar este tipo de pisos».

Cierres

El miedo y esta cautela de compradores y bancos se está traduciendo ya en el cierre de inmobiliarias en la isla que se ven incapaces de mantenerse durante este trimestre, en el que las ventas son muy bajas. El Colegio de API tiene colegiados a 22 agentes en Eivissa, que tardan una media de cuatro meses en cerrar la venta de un inmueble.