Josep Colomar Juan (Sant Carles, 1932). Iba para la banca pero el mundo de los hoteles se cruzó en su camino y en el año 1958 empezó a trabajar en el hotel Formentor de Mallorca. Durante dos años y medio estuvo trabajando en hoteles de Europa hasta que volvió a Eivissa para montar el hotel Fenicia que vendió junto a sus socios en 1978. El 20 de diciembre de 1980 inauguró el Royal Plaza «después de escuchar todo tipo de improperios que decían que era un error pero ha sido y sigue siendo uno de los más rentables de la isla», confiesa. Es miembro de la Asociación Europea de Directores de Lujo y socio de honor, «el único ibicenco que pertenece a esta asociación», precisa. Cuenta con premios como el Ramón Llull y con la Medalla de Plata al Mérito Turístico. Hace siete años dejó la dirección del Royal Plaza y hoy es presidente de la sociedad propietaria.

-¿Es verdad que tenía reputación de seductor en su juventud?

-Es innato (risas). He tenido facilidad para hacer amigos y amigas.

-¿Quién le cortó las alas?

-Mi esposa Olive.

-Ha trabajado en hoteles prestigiosos como el Plaza Athenee de París pero finalmente acabó en Eivissa ¿Sentía nostalgia?

-Sí, siempre he querido volver a Eivissa.

-¿Qué recuerdos conserva de Smilja Mihailovitch?

-Muy buenos. Era una gran embajadora de Eivissa. Hizo mucho por la isla y se le reconoció a ciertos niveles, pero a otros no. Tenía su manera de actuar que mucha gente no entendía. Creó la moda adlib. Nos reunió a varios, cuando yo era vicepresidente del Fomento del Turismo, y nos dijo que teníamos que hacer algo.

-Pocos saben que usted fue uno de los artífices del nombre adlib. ¿Le sigue gustando la moda?

-Me gusta pero ni yo ni mi mujer la usamos. Es una moda fresca, simpática que va con el ambiente. Ad lib viene del latín ad libitum que quiere decir vive como quieras. El lema de la moda era viste como quieras pero con gusto.

-¿Conserva Eivissa el glamour de antaño?

-Sí, pero es diferente. Hoy somos más exigentes tanto en moda como en restaurantes y en hoteles. Eivissa sigue teniendo un gran atractivo y aquí soy muy crítico pero no lo sabemos aprovechar.

-Preside la Asociación Ibiza y Formentera contra el Cáncer y organiza fiestas benéficas para recaudar fondos. También ha estado vinculado a asociaciones culturales ¿Tiene alma de mecenas?

-Dentro de un límite. Soy muy generoso pero primero es la familia, los amigos y si sobra lo reparto. Si tuviera más daría más. En la lucha contra el cáncer empleo horas y doy alguna aportación. Mecenas no. pero me he dedicado a cultivar amistades y relaciones públicas.

-En Eivissa hay ahora más hoteles de lujo ¿Qué opina de ellos?

-Bienvenidos sean, pero yo no invertiría en ellos. La categoría obliga mucho y no se puede tener estrellas y no da servicios. Los hoteles de cinco estrellas requieren de mucho personal, servicio, atención y categoría. Si no se da esto es un descrédito para el hotel y para la isla.