Las cosas ya están bastante complicadas como para experimentar y acercarse a lugares desconocidos y exóticos. Si hay que gastarse el dinero, en verano, cerca de casa y en lugares con atractivos y experiencia contrastada.

Así se podría resumir la actitud de los europeos respecto a sus vacaciones de 2009, según pone de manifiesto una encuesta a más de 27.000 ciudadanos de la Unión realizada en febrero por la Comisión Europea.

Las conclusiones, aunque siempre desde un marco teórico y teniendo en cuenta que hablamos de resultados de hace dos meses, dibujan un panorama prácticamente hecho a medida de las Pitiüses.

Salir o no

De momento, sólo el 19% de los europeos sabe ya que no tendrá vacaciones este año, mientras que un 28% no lo tienen claro todavía o aún no han decidido su destino. Esto supone que, al menos el 54% de los ciudadanos tomará vacaciones.

También es relevante que siguen siendo mayoría quienes deciden salir de su país (52%), un dato relevante si tenemos en cuenta que España (con un 14%) es el país que más encuestados citan para pasar sus días de descanso. De hecho, el 54% de los viajes se realizarán a destinos turísticos tradicionales, mientras que sólo el 28% se dirigirán a mercados emergentes.

Y es que el precio no es el principal condicionante de la elección de las vacaciones. Un tercio de los europeos apunta a la calidad como principal elemento de decisión, frente a un 11% que considera determinante el bajo coste.

La oferta complementaria es determinante puesto que el 47% de los viajeros considera que el ocio y el esparcimiento es su principal motivación a la hora de elegir su destino, mientras que un 20% concreta que la oferta de 'sol y playa' es la que le motiva más, mientras que el 17% apuntan a experiencias culturales.

Por último, la mitad de los europeos prepara sus vacaciones para julio y agosto y el 42% está dispuesto a renunciar a las vacaciones de invierno si es necesario para poder disfrutar en verano.