Esta semana el conseller de Infraestructuras y a la vez máximo responsable de Agricultura en Formentera, Bartolo Ferrer, anunciaba que las obras que requiere en cuanto a almacenamiento, bombeo y control del riego con agua con depuración terciaria estaban muy avanzadas y de seguir a ese ritmo, antes de que acabe 2009 será una realidad. Y al mismo tiempo señaló que se están impartiendo cursos en Formentera para que los regantes sepan qué pueden y qué no pueden hacer con el agua de la que dispondrán en pocos meses para aprovechar al máximo un recurso que siempre ha sido escaso en la Pitiusa Menor.

La Comunidad de Regantes de Formentera ve con muy buenos ojos la marcha de los trabajos que se están haciendo junto a la depuradora de Formentera ya que ello significa que a final de año podrán comenzar a regar sus parcelas con agua procedente de la depuradora una vez haya sido tratada mediante depuración terciaria y posterior desalación. Se trata de un proyecto incluido en el Plan de Choque de Obras Urgentes de Consolidación de Regadíos perteneciente al bienio 2006-2007 y que tiene un presupuesto de 8.217.764,38? cofinanciado por la Unión Europea, el Govern Balear y el Gobierno Central.

Una vez finalizada la excavación de la balsa reguladora y de la conformación de sus taludes, la próxima semana comienza el proceso de impermeabilización de la misma con PEAD de 1,5mm de espesor sobre geotextil de 400 gr/cm2. El volumen total de almacenamiento de es de 93.683m3 con un volumen útil de agua almacenada de 81.075m3, teniendo la balsa reguladora una altura de 7,5m con 7m como máximo de altura del agua. La construcción de la balsa ocupa una superficie de 23.932m2 y se ha necesitado hacer un desmonte de 42.400m3 de tierra y roca, contando con un terraplén de 42.500m3.

114 hectáreas de regadío

Cuando se ponga en marcha el riego mediante depuración terciaria de aguas residuales, se beneficiarán un total de 75 regantes con una superficie de 114 hectáreas repartidas por prácticamente toda la isla a excepción de la Mola y de una parte de es Cap de Barbaria aunque sí llega hasta las inmediaciones de Cala Saona. Para ello ha sido necesaria la instalación de 26.090 metros de tuberías de distintos diámetros en función del terreno a regar y así la mitad de las conexiones, algo más de 10km es mediante tubería de PEAD de 90, seguida en su utilización de 6,6km de tubería en PVC de 160, mientras que el tramo más corto, pero el que suministra todo el caudal, es de 1,2km un diámetro de 400 y el material es PRFV. El hecho de instalar todas estas tuberías supone que deberán arreglarse un total de 19,8km de caminos, 11,4 de ellos son de zahorra con una anchura de 4 metros y los 8,5 restantes son caminos asfaltados con una anchura de 5 metros.

Asimismo el Plan de Regadío contempla la construcción de una estación de bombeo en la que ya se está ultimando la instalación del equipo de bombeo y un centro de control cuya construcción está acabada a la espera de que se instalen los equipos informáticos necesarios para la gestión de los regantes. Por otra parte la conexión entre la balsa reguladora y la desaladora instalada a la salida del proceso de depuración terciaria ya ha sido completada.

Según lo previsto el coste del agua que utilizarán los regantes para sus cultivos es absolutamente gratuito pero sí deberán pagar un mínimo, como si fuera la electricidad, y unos gastos de mantenimiento de la red, como el cambio de filtros o el sueldo de un secretario de la comunidad de regantes en el caso de que sea necesario. Cada parcela tiene un cupo determinado de agua a utilizar en función del tamaño de su parcela y por eso en cada uno de los 'hidrantes' o tomas de agua instaladas en cada parcela, hay un contador de consumo que se registra en el centro de control de las instalaciones de la balsa reguladora. El simple hecho además de constituirse una comunidad de regantes, los particulares no tienen acceso a esta agua, implica que como tal pueden solicitar subvenciones agrícolas. Si inicialmente la comunidad se constituyó con 75 propietarios de terrenos, había cierta desconfianza al respecto, en la actualidad hay una lista de espera de casi 50 propietarios más que quieren sumarse a la comunidad y poder beneficiarse del riego agrícola mediante aguas procedentes de depuración terciaria. Y en el futuro no se descarta una nueva ampliación de la red de regantes de la isla.