El desalojo de vehículos de los aparcamientos de es Pratet es prácticamente total después de que los propietarios hayan contratado a un guardia de seguridad que vigila las vallas y deja salir a los coches que se han quedado atrapados.

El cierre de los estacionamientos se ha producido de forma escalonada y uno de los últimos en hacerse efectivo es el que hay junto a la antigua plaza de toros tocando con la calle Pere Francès. Este aparcamiento, de gran capacidad, presentaba ayer un estado prácticamente vacío tras la colocación de una valla en los últimos días y un guardia de seguridad que vigila la salida de los vehículos.