«Me cuesta creer que si hubiera algún problema en el terreno se hubieran construido estos edificios, me cuesta creer que esto pueda pasar», dijo el alcalde, que recuerda que los dos solares fueron cedidos por el Consistorio a principios del anterior mandato.
El primer edil considera que es «improbable» que haya algún problema de estructura en el colegio de Can Raspalls porque está «muy controlado» tanto por la Conselleria d'Educació como por el propio Ayuntamiento, que todavía no ha recepcionado las obras porque quiere que primero se solucionen los problemas de acabados que dejó la constructora.
La Conselleria d'Educació hizo esta semana una nueva inspección en el colegio de Can Raspalls para conocer si puede tener algún problema estructural después de haberse descubierto grietas en la residencia de Sant Jordi, un edificio que está justo al lado y que todavía no se ha inaugurado. Esta escuela ya fue sometida a un análisis previo por parte de los arquitectos que desveló que no tenía problemas estructurales.
«Con estos temas geológicos nunca se sabe, pero es muy lamentable que nos encontremos con esto», insistió el primer edil en referencia a los problemas aparecidos en la residencia.
El Ayuntamiento de Sant Josep entregó hace unos meses un informe exhaustivo a la empresa pública de la Conselleria d'Educació Ibisec para que la constructora del colegio de Can Raspalls arregle todas las deficiencias. En ningún caso se trata de problemas estructurales, sino de obras «mal acabadas». «Tenía tuberías puestas de forma incorrecta, saneamientos mal hechos y había un sitio donde entraba agua porque no se había colocado la tela asfáltica en el techo adecuadamente», explicó ayer el primer edil, que indicó que si hubiera habido algún problema estructural se hubiera detectado. «Nosotros no estamos sufriendo por si hay problemas de estructura porque no hay ningún peligro, está muy controlado», añadió.
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