Los comercios de Bartomeu Roselló tuvieron durante todo el día una buena afluencia de gente.

Con descuentos del 50 y hasta el 75 por ciento, los comercios de Eivissa empezaron ayer la temporada invernal de rebajas con la esperanza de obtener más éxito en ventas que en la pasada campaña navideña: «La campaña de Navidad no fue bien. Esperamos que estas rebajas sean como las del año pasado, como mínimo», afirmó Javier Marí, presidente del comercio minorista de Pimeef. En esta línea, buena parte de los comercios de la isla, sobre todo los que dependen de las franquicias, arrancaron con descuentos muy fuertes, de incluso hasta el 75 por ciento: «En nuestro caso tenemos un 50 por ciento en muchas prendas porque vienen impuesto de las tiendas centrales. Aquí se pueden encontrar abrigos por 20 euros, por ejemplo, porque hasta el momento habían tenido varias promociones anteriores», afirmó Lola Llagaria, encargada de Stradivarius, quien afirmó que el primer día «ha ido bien porque hemos hecho mucha más caja que el primer día de las mismas rebajas del año pasado». Las dependientas de estos comercios coinciden en afirmar que este año ha habido mucha más contención durante la Navidad y los días previos al comienzo de la época de descuentos: «Los cuatro días antes de rebajas no hemos tenido nada de trabajo», puntualizó Llagaria. Mercedes Prats es encargada de Intimissimi y cree que estas rebajas son quizá de las más esperadas en años por la situación económica que vive la sociedad: «Los clientes vienen con más ganas de comprar. Días antes miran y miran y el primer día de rebajas se lanzan a comprar lo que ya habían visto».

Los comercios ubicados en la calle Bartomeu Roselló, una de las más transitadas durante los dos meses de rebajas, abrieron ayer sus puertas a la hora habitual con la diferencia de que ayer había gente esperando en la puerta: «Ha sido un poco caótico porque desde primera hora hemos tenido una afluencia de público bastante importante. Los primeros días siempre son así, con mucho lío», explicó Prats. Mientras las dependientas se daban prisa por cobrar y mantener toda la ropa bien doblada, en la calle el reguero de personas en busca de la mejor ganga era incesante, sobre todo de mujeres. Así, el perfil del comprador compulsivo balear marcado por el Govern de las islas es una mujer de entre 16 y 25 años, estudiante o con estudios superiores que adquieren artículos casi a diario. El gasto medio por persona previsto por la Dirección General de Consumo es de 100 euros. María José Real

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