Jamón serrano, turrones, licores, cava...la lista de productos que pueden incluir las cestas de Navidad es inacabable, excepto si se dispone de poco dinero.

Las empresas que se dedican a la elaboración y distribución de lotes y regalos navideños están notando con el paso de los días que la tan oída y comentada por todos crisis económica es real. «Aún no disponemos de datos concretos porque quedan dos semanas para la llegada de la Navidad, pero tenemos un cincuenta por ciento menos de pedidos que el año pasado por estas fechas», cuenta Manuel Gómez, encargado del departamento de cestas navideñas de la empresa Exclusivas Miró, quien además afirma que este año más que nunca se están dando los extremos: «Quien puede hacer cesta de Navidad la hace bien, de 150, 200 euros o más, con productos de mucha calidad. Si en cambio no hay mucho presupuesto, muchas de estas empresas optan por eliminarlas directamente». Juan José Piñeiro, de La casa de las cestas, afirma que si bien la situación «está parada en cuanto a pedidos, sobre todo por parte de las empresas» aún quedan dos semanas: «Mantenemos la esperanza de que haya más demanda porque generalmente las empresas siempre encargan lo que quieren en el último momento».

La franja de precios oscila entre los 24 euros con los que se puede hacer una sencilla: «Por ejemplo, una botella de cava, otra de vino y otra de chupitos y dos tabletas de turrón», explica Gómez, hasta las que llegan a 3.000 euros: «Los productos que contienen las cestas más caras son de muy alta calidad, por ejemplo, cava Don Perignon o Moët e incluyen en muchos casos regalos, como juegos de copas». También abundan las más pequeñitas, con las que tener un pequeño detalle: «Éstas se venden sobre todo para los regalos a maestros, como muestra de agradecimiento», cuenta Piñeiro.

Las reglas básicas para montar una buena cesta consisten en colocar los productos de manera que se vean bien todas las marcas: «La cesta entra por la vista. Siempre tienes que ponerle algo de decoración, por ejemplo, nieve que hacemos con corcho, algunas nueces y virutas de plástico para el toque brillante», afirma Gómez.

A pesar de la crisis, los productos no suelen variar. Los fijos siempre son el cava, el turrón y el vino. En ocasiones, algunos de los productos que incluyen no suelen ser aprovechados por quien recibe la cesta: «Hay gente que me ha dicho que preferiría recibir una cesta de Navidad, pero que tuviera productos que consumen de manera habitual; una cesta de Navidad al estilo de cuando vas a hacer la compra. Se puede hacer siempre y cuando haya empresarios que lo pidan», explica Gómez.

María José Real