En los últimos tres años se han perforado 364 pozos en las Pitiüses con una extracción máxima de 200 metros cúbicos al año para uso doméstico. A esto se le suman las 16 nuevas autorizaciones de concesiones de aguas subterráneas para usos industriales, agrícolas por riego o abastecimiento a población.
Pese a ello desde la Conselleria de Medi Ambient no se plantean aprobar ninguna moratoria de extracción de agua como se hizo durante el anterior gobierno del Pacte, aunque sí que existe el objetivo «prioritario» de recuperar «el buen estado ecológico de los acuíferos», según explica el director general de Recursos Hídrics, Isidre Canyelles. Ello se consigue «sacando menos agua» del subsuelo. De hecho, Canyelles advierte que no se pueden mantener los niveles actuales de extracción, por lo que la única solución posible es mejorar la desalación de agua de mar.
«Nos ayudará mucho la nueva desaladora de Santa Eulària y la interconexión de las plantas y el suministro hasta Sant Josep», explicó el director general.
Tendencia a la baja
No obstante, desde Recursos Hídrics aseguran que las peticiones de pozos irán «a la baja» porque cada vez se podrán construir menos viviendas en suelo rústico. En cuanto a las concesiones, que suponen una extracción de agua de un volumen muy superior, las cifras «se mantienen».
En 2006 en Eivissa se perforaron 127 pozos, en 2007 subió a 139 y hasta el 15 de septiembre de 2008 eran 64 las prospecciones. En cuanto a concesiones de aguas subterráneas, cuyas autorizaciones son más difíciles de obtener porque se trata de una cantidad muy superior de agua, fueron ocho en 2006, cinco en 2007 y tres en lo que llevamos de 2008. De todas formas, el director general de Recursos Hídrics advierte que estos últimos proyectos requieren de muchos informes y cada petición pasa por un periodo de exposición pública. Además, en la mayoría de los casos las nuevas concesiones se dan por renuncias antiguas. «Muchas veces estos pozos cuando se explotan, les entra arcilla y por eso se tienen que abandonar y hacer otro al lado», explicó Canyelles.
En Formentera las perforaciones son mucho menores. En 2006 hubo 19, en 2007 seis y hasta septiembre de 2008 nueve.
La Conselleria da otro tipo de autorizaciones para hacer prospecciones, pero en este caso son para sondeos de investigación para ver qué estructura geológica hay debajo, para infiltrar agua dentro de la tierra o para sondeos por geotermia. En total se han dado 39 autorizaciones en las Pitiüses en los últimos tres años.
Una de las posibilidades más interesantes es la de los sondeos por geotermia, que se utilizan para los aparatos de aire acondicionado, ya que a una cierta profundidad (20 metros) la temperatura es constante (18 grados), algo que se aprovecha para la climatización. Canyelles explicó que es muy probable que en los próximos años aumenten este tipo de sondeos.
Eivissa ha sido una isla en la que los acuíferos han estado durante mucho tiempo en una muy mala situación. «Siempre hay que hacer referencia a la evolución histórica y por eso ahora mismo no podemos decir que la situación sea mala, porque anteriormente era peor», señaló Canyelles, que indicó que pese a ello hay procesos de intrusión marina «muy importantes» en el entorno de Sant Josep y en general en todo el sur de la isla y en la costa. «En el sur hay muchos pozos salinizados, aunque hay que decir que en el norte y en la zona de Santa Eulària el agua es de muy buena calidad y no hay estos problemas», expresó el director general.
El problema que ha tenido el sur es que «se ha extraído mucha más agua». Además, la zona de Santa Eulària cuenta con una ventaja y es que los acuíferos tienen una capa impermeable que aisla una parte de la tierra del mar. Eso sí, si se perfora más allá de esta capa, el agua vuelve a ser marina.
En el mes de agosto los acuíferos de Eivissa estuvieron a un 52 por ciento de su capacidad. La cifra más baja de los últimos seis años se dio en agosto de 2004 y en septiembre de 2002, cuando estuvieron al 36%. Sin embargo, en marzo de 2006 llegaron al 92% después de unas intensas lluvias.
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