M.A.
La Conselleria balear de Medi Ambient sacará en pocos meses a concurso de forma conjunta la concesión de las desaladoras de Eivissa y Sant Antoni. La empresa que se haga cargo de la explotación de estas dos plantas lo hará durante un plazo de 15 años durante los cuales tendrá que llevar a cabo importantes inversiones. Según explicó el secretario general de la Agència Balear de l'Aigua, Miguel Costa, la mejora prevista en el caso de la desaladora de Eivissa consistirá en la renovación completa de la planta. «Lo único que quedará igual es la estructura del edificio porque por dentro la planta se hará nueva del todo», señaló. La actuación permitirá ampliar la capacidad de producción diaria de agua desalada de la potabilizadora, que «pasará de 9.000 a 12.000 metros cúbicos», según aseguró. El valor de esta inversión es de 9.385.000 euros, que pagará el concesionario. Igualmente esta empresa, que se encargará también de la explotación y mantenimiento de la planta de Sant Antoni, tendrá que ejecutar la remodelación parcial de esta infraestructura. La reforma se centrará sólo en la parte de la desaladora en la que no se llevaron a cabo actuaciones de mejora durante estos dos últimos años. En este caso, la actuación redundará en una mejora tecnológica pero no en una ampliación de la capacidad de producción de agua desalada. Según Medi Ambient, esta obra costará 3.962.000 euros.

En estos momentos están a información pública los anteproyectos de mejora de las dos desaladora y el siguiente paso será sacar a concurso su explotación.

Hasta ahora, las empresas que explotaban las desaladoras lo hacían por periodos de tres años prorrogables a dos más. Ahora, se ha optado por una concesión a largo plazo, una fórmula novedosa que implica que el dinero de las inversiones salga de los concesionarios y no de las arcas del Govern, que mantendrá el control de la capacidad producción. La medida no supondrá un incremento del precio del agua, según Costa.