El claustro de profesores del colegio de Sant Rafel espera llegar a un consenso sin que sea necesario un traslado no sólo de alumnos y docentes, más de 200 personas, sino de todo el centro ya que el colegio que se plantea reubicarlos, S'Olivera, no está dotado y tendría que contar con todo tipo de mobiliario, como sillas, mesas, pizarras o estanterías.

Los docentes están a la espera de las alternativas que les propondrán hoy en la reunión sobre el posible traslado del centro ante la proximidad de las obras de la carretera, que ocasiona ruidos y molestias. Los docentes mantienen que si se cambia la escuela «será en detrimento de la educación» por lo que supondrá, una semana antes del inicio del curso, organizar un traslado de estas características al colegio S'Olivera, a los que tampoco le han comunicado nada del traslado.

La proximidad de las obras del túnel con el colegio ocasiona ruidos y molestias, como polvo. El curso pasado se decidió que la empresa trabajara por la tarde fuera del horario lectivo para evitar ocasionar molestias a la comunidad educativa.

La posibilidad del traslado fue planteada por la consellera de Vies i Obres, Stella Matutes, en una carta remitida a la titular de Obres Públiques del Govern, Mabel Cabrer. Sin embargo, ayer desde el departamento de Obres Publiques se aseguraba que «hará lo que diga la Conselleria d'Educació». Mientras tanto, Educació mantiene que las clases empezarán el día 13 en Sant Rafel. El director de Planificació i Centres del Govern, Rafel Bosch, está previsto que se desplace hoy a Eivissa para asistir a esta reunión.

A los profesores, que expresaron su indignación por tener que enterarse de la opción del traslado a través de los medios de comunicación, se les invitó ayer a acudir a la reunión que está prevista esta tarde y a la que acudirán también los padres y representantes de las diferentes instituciones afectadas, como del Consell y el Govern.