Castillo se desplazó ayer a Formentera acompañada por el responsable del Ib-Salut en las Pitiüses, Antonio Pallicer, el director gerente de Can Misses, Nacho Martínez Jover ,y contó, en la comparecencia antes los medios con la presencia del conseller por Formentera, Josep Mayans y el actual coordinador del centro de salud, Isidor Costa.
Uno de los puntos más relevantes fue la aseveración de Castillo que desde el primer día que funcione el nuevo Hospital, en realidad el primero de la isla, habrá «un equipo formado por ginecólogo, comadrona, anestesista y cirujano para atender a todos los partos en Formentera», circunstancia que hace años se viene exigiendo, desde los estamentos oficiales, los partidos políticos y la sociedad civil, bajo una premisa clara «poder nacer en Formentera» ya que por el momento las parturientas deben desplazarse hasta Eivissa por cuestiones obvias al carecer de infraestructuras sanitarias para estas circunstancias.
Castillo informó que la plantilla del hospital de Formentera será de un centenar de personas, las 28 que trabajan actualmente en el centro de salud más unas setenta que se contratarán, entre personal sanitario y no sanitario y que «el reto del Ib-Salut -dijo Castillo-, es que Formentera cuente con una plantilla propia, fija y estable y que los especialistas quieran residir en Formentera».
Para ello se está trabajando desde el área económica de la Conselleria de común acuerdo con los sindicatos para «negociar la partes social», establecer premios, pluses o primas por residencia una vez estudiadas situaciones similares de algunos hospitales en Canarias «con la voluntad de fidelizar -dijo la consellera de Salut-, los profesionales médicos y sanitarios de la isla».
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