La plaga de medusas que afecta a las costas de Balears se prolongará durante todo el verano, aunque la intensidad de su presencia dependerá de la climatología, ya que, según discurran las corrientes marinas, las aproximará más al litoral o bien las enviará a altamar, donde han sido detectados bancos de varias millas marinas de extensión.

Así lo manifestó ayer el biólogo investigador del Instituto de Ciencias del Mar del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Barcelona, Josep Maria Gili, quien puntualizó que las especies que más afectan al archipiélago son el 'rhyzostoma pulmo' -pulmón de mar-, que es más bien costera, el 'crysaora', que antes sólo se veía en primavera y ahora todo el año y, especialmente, el 'pelagia noctiluca'.

Aunque Gili admitió que la peligrosidad de las tres variedades es similar -en ningún caso mortal-, explicó que esta última está causando más problemas este verano, debido a su gran proliferación en todo el Mediterráneo Occidental y a la circunstancia de que posee unos filamentos de varios metros de largo y casi invisibles que son urticantes incluso cuando se le amputan.

En este sentido, Cruz Roja confirmó el incremento de picaduras a bañistas de las islas. A este respecto, Gili lamentó que no exista «ningún» programa que realice un seguimiento de la proliferación de las medusas ni estudio que analice la situación, con lo cual, «no podemos tener una información concreta más allá de los informes de Cruz Roja sobre atención de picaduras en las playas», por lo que consideró que las autoridades «deben abordar este problema con seriedad», debido a las implicaciones medioambientales e incluso turístico-económicas que conlleva.