Eivissa es una de las islas en las que prolifera la oferta ilegal.

C. ALCÀNTARA
El Decreto regulador de la Ley de Comercialización de estancias turísticas en viviendas, 22 de marzo de 2005, ha sentado las bases para la regular la oferta ilegal existente en las islas y que ocasiona competencia desleal al sector regulado. Una acreditación de calidad controlará la oferta. El Consell, que tiene las competencias en ordenación turística y aunque no tiene creado un órgano específico en materia de calidad turística, será el que expedirá el documento de acreditación de calidad de viviendas objeto de comercialización como estancias turísticas. Con la publicación el BOIB de la instrucción técnica con las bases y los requisitos que han de regir la obtención de la acreditación de calidad a finales de junio, comienza la cuenta atrás para regular una oferta y ocasiona muchos quebraderos de cabeza a empresarios del sector turístico.

Los empresarios del sector consideran imprescindible esta regulación para hacer frente a un problema de grandes dimensiones. El presidente de Fomento del Turismo, José Tur Olmo, destacó que se trata de «una competencia ilegal con la hostelería». Aseguró que «hay señores que tienen su apartamento o su chalet que alquilan en plena temporada sin ningún control de precios. En verano ponen un anuncio en revistas alemanas o inglesas para alquilarlo y no se sabe lo que ha pagado. Es un fraude». Tur Olmo destaca que «es condición sine qua non que haya una inspección» e incide en la necesidad de que «haya más inspectores». Desde Fomento se han encontrado en muchas ocasiones con «quejas de precios abusivos, que encauzamos a la Conselleria de Turisme».

El número de viviendas vacaciones reguladas es de un centenar, según los datos que se manejaban hace un par de años. Sin embargo, la oferta ilegal es incalculable. «Hay decenas de miles de plazas, seguro», dice el presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos de la Pimeef, Toni Ramón. Ramón hace hincapié en el «desfase» de cifras entre los viajeros que llegan al aeropuerto y las estancias en hoteles. «Está claro que se alojan en algún sitio», dice. También alude al boom inmobiliario de los últimos años, ya que en «el mercado hay una serie de viviendas que no son usadas como residencia sino que se han adquirido en base a unas expectativas de alquiler en unos determinados meses; es un negocio». En su opinión, esta regulación ayudará a que haya más control: «La estrategia de las autoridades irá por los canales de comercialización y en el momento que corten esos canales nadie se va a arriesgar a exponer su oferta y, en cambio, las reguladas usarán portales on line y otros canales».