T.BLASCO/N.DOMBLÀS
El Govern que preside Jaume Matas rectificó ayer su postura inicial contraria a dar protagonismo a la oposición en los plenos extroardinarios del verano y anunció que pedirá al Partido Popular (PP), que también preside Jaume Matas, que acepte las iniciativas de control parlamentario que se presenten ante la Diputación Permamente de la Cámara.

Aunque el pleno extraordinario del próximo martes sólo incluirá propuestas del Ejecutivo, la vicerpresidencia Rosa Estaràs avanzó ayer que la oposición podrá presentar sus propuestas como durante el periodo ordinario de sesiones. También podrán presentarse preguntas, además de interpelaciones y proposiciones de ley, según las instrucciones que Estaràs, enlace entre el Govern y el partido, dio al grupo parlamentario.

Habrá que esperar todavía unos días a que se concrete esta propuesta ya que la marcha atrás del PP no se oficializará hasta que se reúna la Diputación Permanente del Parlament, máximo órgano de dirección del Parlament fuera del periodo ordinario de sesiones. El PSIB había solicitado la convocatoria de la Diputación Permante de la Cámara durante una de las dos reuniones que ayer celebró la Mesa del Parlament. Francina Armengol, tras la primera de estas reuniones, anticipó su propuesta de órden del día para un próximo pleno: 12 preguntas (dos de ellas sobre las grabaciones de Santa Margalida que implican al PP en un intento de soborno), una interpelación al Govern sobre la situación vivida el martes en el Parlament y dos proposiciones no de ley: una de Son Espases y otra sobre el transfuguismo.

Pere Rotger, presidente de la Cámara, no quiso anticipar ayer el resultado de la Diputación Permamente, pero confirmó la petición del Ejecutivo para dar cancha a la oposición.

Lo ocurrido ayer es consecuencia directa de la «situación esperpéntica» (según la definió la socialista Francina Armengol) vivida el martes en el Parlament cuando el PP se vio obligado a recurrir a un diputado de UM (Miquel Nadal) para poder celebrar cualquier tipo de votación en la Cámara. A la vista de la falta de diputados, la oposición optó por plantarse y ausentarse del salón de sesiones impidiendo alcanzar equorum preciso para votar.