C. ALCANTARA/J. GONZÀLEZ
«La Comisión Europea puede paralizar el proceso de carreteras si todo termina de forma satisfactoria», dijo ayer el secretario general de la Federación Socialista Pitiusa, Roque López, al dar a conocer la respuesta del presidente de la Comisión Europea de Medio Ambiente, Roland Dimas, que insta a las autoridades españolas para que investiguen «a fondo» las preguntas planteadas por la eurodiputada socialista, Rosa Miguèlez, acerca de que el proyecto de carreteras carece del estudio de impacto ambiental y afecta a dos espacios denominados Lugares de Importancia Comunitaria (LIC): el área natural de especial interés de Sa Serra Grossa y la Reserva Natural de Ses Salines, con lo que se incumplen las directivas 97/11/CE sobre la evaluación de impacto ambiental, y la directiva 92/43/CEE sobre los hábitats.

Josep Marí Ribas precisó que la nueva carrterera se encuentra en tre dos zonas LIC, Serra Grossa y ses Salines, y además el desvió de torrentes «afectará a una zona tan sensible como ses Salines» . Añadió que si no se hacen los estudios de impacto ambientales «se llegue a la paralización» e instó a que esta investigación abierta por la Comisión Europea «tenga un efecto real y práctico».

Roque López aseguró que el «PSOE está en disposición para expresar y utilizar todos los medios para conseguir que las autovías se paralicen antes de que sea demasiado tarde». La FSP se ha puesto en contacto con el grupo socialista en el Congreso para que se agilice el proceso. «El diputado José Ramón Mateos ya está advertido y se pondrá trabajar para que no se demore nada y llegue lo antes posible a la comunidad autónoma», ya que el primer paso es que la Comisión Europea pedirá al Gobierno de la nación que acredite que las carreteras cumplen con las directrices europeas.

Por su parte, la vicepresidenta del Govern balear, Rosa Estaràs, se refirió en su visita a Ciutadella a la denuncia y aseguró que es un ejemplo de «política de campanario» sin ninguna posibilidad de éxito. «Qué hagan lo que quieran», apuntó para pronosticar que el resultado de esta iniciativa será el mismo que se tuvo cuando se elevó también a la UE la controversia para la construcción de un dique en el puerto de Ciutadella, que se desestimó. También auguró que «dentro de tres años», cuando estén terminadas las carreteras y funcionando, «se acabará la controversia», como sucedió también en Mallorca hace varios ejercicios. «El problema es que el PSOE está en contra del progreso y las infraestructuras», situación que no impedirá que «muchos de los que las critican luego las van a utilizar».