Reconocimiento sin fronteras

Las 'Aulas sin fronteras' que desde el mes de diciembre ofrecieron apoyo escolar a 75 niños inmigrantes pertenecientes a distintos colegios del municipio de Eivissa se clausuraron ayer con una entrega de diplomas a la que no faltaron ni los alumnos ni sus padres.

En su mayoría fueron niños marroquíes y ecuatorianos los que aprendieron y compartieron con otros pequeños de Colombia, Venezuela y República Dominicana, a los que se sumó un alumno albanorruso. Casi todos se dieron cita ayer en la primera planta de la Asamblea Insular de Cruz Roja, donde también pudieron disfrutar de una fiestecita que coordinadores y voluntarios organizaron para ellos.

La entrega de diplomas corrió a cargo del presidente de Cruz Roja de Eivissa y Formentera, Rafael García Vila; de la maestra encargada del proyecto, Paula Ferrer, y de la trabajadora social que diseñó el programa, María Martínez.

«Ha tenido muy buena acogida y la lista de espera es larga. Por eso, el año que viene repetiremos el aula durante todo el curso escolar, es decir, de septiembre a junio», explicó Martínez sobre la continuación de este proyecto, que nació para ayudar a los niños con su desarrollo escolar.

Para ello, tanto la maestra como los diez voluntarios que colaboraron estuvieron en contacto directo con los profesores y maestros de los colegios, que les guiaron acerca de cuáles eran las necesidades educativas de cada alumno.

«El catalán, el castellano, las matemáticas y también alguien que los valore y que reconozca cuándo hacen las cosas bien», aseguró la maestra Ferrer acerca de lo que les hace falta tanto a nivel escolar como anímico: «También, un espacio determinado donde ellos saben que vienen a estudiar y no a jugar», agregó.

El personal de Cruz Roja recibió el apoyo de maestros y padres por el buen desarrollo de las aulas y los progresos del alumnado, que con su asistencia se ha ganado las primeras plazas del próximo curso.

Luciana Aversa