M.A.
El Ayuntamiento de Eivissa reconoció ayer el retraso que se ha producido en las obras de remodelación de las calles Joan Roman y Pere Tur, en Dalt Vila, aunque responsabilizó de esta situación a la empresa adjudicataria de los trabajos, Ferrovial, que según recordó, ha incumplido reiteradamente los plazos de ejecución del proyecto fijados en principio para finales de febrero, luego para abril y después para mayo. La portavoz del equipo de gobierno municipal, Lurdes Costa, afirmó que el Consistorio «ha dado varios toques de atención a los directivos de las obras exigiendo a la empresa que cumpliera el contrato». De hecho, Costa aseguró que, una vez que se terminen las obras, el Consistorio «pedirá responsabilidades y estudiará las posibilidades de penalización» a Ferrovial, que se encarga además de la reforma de cinco calles del casco antiguo de Sant Antoni que también llevan retraso sobre el plazo de ejecución previsto. Las quejas sobre estas obras en las calles Joan Roman y Pere Tur fue lo único que la administración municipal compartió con la nueva agrupación vecinal de Dalt Vila. Sin embargo, salió al paso del resto críticas vertidas por la asociación, negando que «Dalt Vila esté dejada de la mano de Dios y menos de la mano de este Ayuntamiento». Costa reiteró que «el ejecutivo local sí que se preocupa porque el casco antiguo mejore, para lo que siempre ha mantenido un contacto y diálogo permanente con la asociación de vecinos y la de comerciantes». «También escucharemos a esta nueva agrupación», puntualizó antes de considerar que «anunciando medidas de presión tampoco ha elegido la mejor manera para buscar el diálogo».