El IES Marc Ferrer de Formentera celebró ayer por la mañana la escenificación de un juicio, basado en un caso real, y con jóvenes de su edad como imputados. Se trata de una iniciativa conjunta del Consell General del Poder Judicial y la Conselleria de Educación del Govern de les Illes Balears que pretende llegar a todos los partidos judiciales de las Balears aunque, en el caso de Formentera, que por el momento no es partido judicial y depende de Eivissa, se hizo una excepción para que los estudiantes de secundaria de la Pitiusa Menor pudieran sumarse a la experiencia. Los participantes eran una cincuentena de alumnos de entre 15 y 16 años de 4º de ESO.

En primer lugar se les pasó un vídeo explicativo de las figuras y cometidos de un juez o un fiscal, posteriormente hubo una exposición verbal de una serie de asuntos y formas del proceso judicial, en tercer lugar los alumnos presentaron una serie de preguntas a la jueza titular del Juzgado de Primera Instancia nº4 de Eivissa, Silvia Sanjuán Secchiutti, que no tuvo el menor problema en responder a los jóvenes a las preguntas que iban desde la bioética como filosofía del siglo XXI, la investigación sobre las células madres, la posesión de una planta de marihuana y otros temas que habían considerado relevantes como si el anarquismo podría ser una utopía o una realidad si las expropiaciones efectuadas con motivo de las autovias que se están llevando a cabo en Eivissa, eran legales.

El objetivo es acercar la Justicia y su funcionamiento a los jóvenes, intentando explicarles los términos y conceptos en los que se mueve la Justicia, enrevesados y complicados la mayoría de la veces, sobre todo en su terminología pero intentando hacerlo de una manera más sencilla, práctica y a la vez, didáctica.

Posteriormente se escenificó un juicio, basado en un caso real en el que los acusados eran jóvenes estudiantes que se habían peleado en el instituto en el que cursaban estudios tras un partido de fútbol al ser pertenecientes a los equipos enfrentados.

En el caso real el acusado fue condenado a seis meses de libertad vigilada y, parece ser, que en el caso de los juicios simulados protagonizados por los estudiantes, por lo general también sale condenado.