R.L. / EFE
El Cuerpo Nacional de Policía está investigando si un grupo de anarquistas de Barcelona es el autor de las quemas de excavadoras en Eivissa. Anteayer fueron detenidos cuatro jóvenes de este grupo y la policía encontró en uno de los domicilios registrados un recorte de prensa con la información de una de las máquinas quemadas, informó ayer IB3. Al parecer se trata de un grupo anarquista radical, que supuestamete llevaba a cabo acciones violentas, entre ellas la fabricación de artefactos explosivos y ataques contra entidades bancarias.

En un comunicado la Policía, informó ayer de que a los cuatro se les imputa, además, varios delitos de amenazas y daños en una serie de pintadas amenazantes realizadas en la madrugada del 4 de abril contra representantes del colectivo de prisiones, en el marco de una campaña de solidaridad con dos jóvenes detenidos por los Mossos por supuestos ataques a varias oficinas bancarias y al Centro de Reinserción de Presos.

La detención de estos jóvenes, con edades comprendidas entre los 19 y los 24 años y uno de ellos con antecedentes por un delito contra el patrimonio y terrorismo, se llevó a cabo ayer en una operación en la que se registraron sus domicilios, en donde la Policía intervino útiles para la realización de sabotajes como martillos, rompecristales, palanquetas y aerosoles de pintura. Los agentes también encontraron diferente documentación de corte anarquista (revistas, fanzines, carteles o pegatinas), además de ordenadores, material informático, libretas y otra documentación.

Los detenidos son Javier Tadeo O.de V., de 24 años y con dos antecedentes de este mismo año por un delito contra el patrimonio y otro por terrorismo; Enrique C.A., de 19 años; Pau R. E., de 20, y Alvaro U.O., de 19. Al primero de ellos se le imputa un delito de tenencia de útiles para la fabricación de explosivos directamente relacionados con el hallazgo de un maletín el pasado 4 de julio, en la Sierra de Collserola, que contenía además un manual para fabricación de estos artefactos titulado «A cada uno lo suyo. Mil modos de sabotear».