Luis es uno de los libreros que forma parte de la 'IV Fira del Llibre Antic i d'Ocasió', que por estos días se puede visitar en el barrio de la Marina. Vino a todas las ediciones desde Madrid, lugar en el que reside, pero esta vez se anima a calificar de «muy bueno», el desarrollo de la feria.

Al igual que las otras librerías de segunda mano que están instaladas en las calles Bisbe Cardona y Bisbe Azara, la suya alberga miles y miles de libros que no se anima a contar pero sí a clasificar: «Tenemos de todo. Muchos libros de fotos, diseño y arquitectura. Pero lo que la gente quiere, cuando viene, es encontrar cosas que en otro lado no hay; libros raros, como me decía ayer una señora francesa», comentaba este librero, que además aprovecha sus viajes para aumentar el stock comprando a particulares, viejos ejemplares o colecciones. «Claro que hacemos compraventa cuando viajamos, porque sabemos de libros», agregó.

Justo al lado de su librería, está Eduardo, que llegó de Valencia con más de 9.000 ejemplares. A él no le sorprende que vaya bien la venta desde la apertura, porque según aseguró, «se dan todas las condiciones: el tiempo acompaña y hay gente». Trabaja en la librería Al Tossal de Valencia, con la que recorre otras ferias de ocasión por Santiago de Compostela, Sevilla, Madrid y Vitoria. Y, aunque proviene de una familia de libreros, asegura que la librería de ocasión y segunda mano está envuelta en una tradición destinada a perderse: «Hay romanticismo en este trabajo pero libreros antiguos cada vez quedan menos», señaló.

L.Aversa