Este principio de temporada las escalas de cruceros, como el de la imagen, han caído un 28,25%.

Esta temporada ha comenzado con un descenso del 28,25% (94 frente a 131) en el número de escalas de cruceros, al contrario de lo registrado en Mallorca y Valencia, principales competidoras de Eivissa en el sector. Aunque esta tendencia aún puede invertirse dependiendo de lo que ocurra en agosto y septiembre -los dos meses fuertes-, el bajón de inicio de temporada se debe, en opinión de Fomento del Turismo, Federación Hotelera y Consell Insular, a que las facilidades conseguidas con el dique de Botafoc se contrarrestan con la carencia de infraestructuras adecuadas en el puerto de Eivissa, lo que empuja a los directores de escala de las compañías a decantarse por la competencia, mejor dotada en este aspecto.

La temporada pasada se registró un aumento de más del 40% en el número de escalas de crucero, según el conseller de Turisme, José Torres, que señaló que también 2005 comenzó con números rojos. Eivissa, en comparación con Mallorca y Valencia, continúa sin ser un destino destacado en las rutas de las grandes líneas de buques de crucero. El motivo, para el conseller, hay que buscarlo en el Puerto de Eivissa y su falta de instalaciones adecuadas. «Para considerarnos un destino de cruceros hay que empezar por el puerto, contando con unas instalaciones dignas y una estación marítima en condiciones», valoró Torres. «Nosotros esperamos que con las noticias de que Autoritat Portuària se ha puesto de acuerdo con el Ayuntamiento de Eivissa, éste acabe siendo un gran sector en Eivissa», añadió. El gerente de Fomento del Turismo, Jorge Alonso, también culpa del tímido avance del sector de los cruceros en Eivissa a la inadecuación del puerto: «Tenemos un dique, pero no tenemos un puerto para cruceros».«El problema que hemos detectado y que comentan las compañías», indicó el gerente de Fomento «es que el dique no ofrece las garantías de servicio que necesita un puerto». «Cuando llegan varios barcos a la vez, no caben, y un crucero quiere llegar y no tener que moverse... Lo cierto es que encuentran muchas dificultades. Se cometieron errores muy graves y ahora perdemos cruceros y mientras otros los ganan», dijo. El error, para Alonso, fue que en su momento no se adecuara el dique para el atraque de cruceros con dinero de Bruselas. «Es un problema de infraestructuras: un puerto pequeño con overbooking en temporada alta, y este año será todavía más difícil, porque las navieras aumentan líneas y frecuencias. Va a ser algo muy serio», resumió.