La unidad de valoración del Consell recibió 153 solicitudes para ingresar en una residencia o centro sociosanitario durante 2005, 47 de ellas procedentes del hospital Can Misses. Esta unidad, que evalúa el grado de dependencia de las personas que solicitan ingresos en los recursos asistenciales, está en marcha desde la mitad de 2004 aunque no se presentó oficialmente el pasado 2 de diciembre.

El conseller de Benestar Social, Vicent Serra, y la responsable de esta unidad, Josefa Marí, presentaron ayer la memoria de la unidad de valoración y la unidad de acreditación, que se encuentran en el Llar la Pau de Eivissa. El perfil de las personas que solicitan un ingreso en una residencia corresponde a «un hombre o una mujer mayor de 80 años, con problemas de salud y problemas sociales relacionados con su estado de salud», explicó Marí. En el caso de las 47 peticiones de Can Misses, el perfil corresponde a un hombre de 60-65 años, 27 de las solicitudes, con enfermedades crónicas o terminal y con problemas sociales que impiden volver a su domicilio. El tiempo de espera para acceder a una residencia también depende de la procedencia de la solicitud. «Las que provienen de Can Misses las consideramos situaciones más importantes desde el punto de vista sanitario y están en un mes de espera. En cuanto a las residenciales están en cuatro o cinco meses», explicó ayer Serra, que recordó que hacen falta más residencias. Marí destacó que con la unidad de valoración se trata de que «haya una puerta única para todos los que demandan cualquier recurso de ingreso, residencial o sociosanitario, como Cas Serres, Reina Sofía o el centro de día». Las solicitudes recibidas con la documentación correspondiente se puntúan teniendo en cuenta una serie de situaciones (edad, incapacidad, economía, familia o vivienda).