Por qué le atraen tanto las piedras?
-La afición me viene por mi padre, porque a él le gustaba muchísimo la historia y en casa teníamos una colección muy bonita del historiador Lafuente. Cuando me fui a matricular en la universidad preferí la historia antigua porque había leído mucho sobre las excavaciones en Egipto.

-Pero esto de la arqueología queda muy lejano para mucha gente. Sinceramente, ¿no es un poco rollo?
-Sirve para comprender la historia. Prácticamente no tenemos información escrita del pasado y gracias a la arqueología sabemos de nuestra sociedad púnica.

-Y aquí en Eivissa, ¿Conocemos y valoramos realmente nuestro pasado?
-La arqueología que tenemos no es muy monumental, exceptuando algunos yacimientos muy puntuales. Los demás son restos muy sencillos. No sé qué idea tendrá la gente de la arqueología, pero lamentablemente hay muchas cosas que han desaparecido. No tenemos ciudad de Eivissa porque está oculta o destruida. Sí que es cierto que hay hallazgos espectaculares, pero no creo que vayan a aparecer muchos más, aunque nunca lo sabes. Pero sí hay mucho campo de estudio.

-¿Es una suerte ser arqueólogo en las Pitiüses?
- El panorama no es demasiado halagüeño y no permite a demasiada gente vivir de la arqueología. Es una pena, porque creo que se podría hacer mucho más. Dicen que la cultura es un lujo y entre ello también tenemos que meter la cultura de la arqueología. Es un lujo y no todo el mundo está dispuesto a invertir en lo que ellos consideran que es un lujo o que son simples piedras.

-¿Qué nos queda a los ibicencos del carácter de los fenicios?
-El fenicio siempre ha tenido fama de comerciante y el ibicenco es espabilado en el sentido de los negocios, pero esto ocurre también en otras sociedades. Quizás destacaría que el hábitat en la sociedad fenicia era disperso con una única ciudad, que era Eivissa.Y este esquema histórico ha permanecido prácticamente hasta épocas actuales, cuando han crecido los pueblos. A pesar de los intentos que hubo en el siglo XIX de crear pueblos.

-¿Cómo se siente uno con el Monogràfic tantos años cerrado?
-Dolido. Es un poco frustrante. Los que trabajamos aquí hemos continuado nuestra labor como si no estuviera cerrado. Pero pienso que la parte más negativa de todas es el rapto que se ha hecho del patrimonio histórico a mucha gente joven que ha llegado a su edad adulta sin haber podido ver su patrimonio. Ésta ha sido la parte más dolorosa. Una obra como la que se está haciendo ahora se podría haber hecho hace muchísimos años y nunca he podido entender por qué hemos tenido que hacer tantos cientos de oficios escritos, tantas llamadas telefónicas y casi, casi, vestirnos de caperucita roja para que esto fuera una realidad.

-En los últimos tiempos asistimos a polémicas entre arqueólogos a raíz de las carreteras. ¿Por qué?
-No lo conozco demasiado bien porque no he participado, sólo he visto alguno de los yacimientos objeto de polémica. No todo es susceptible de conservar, esa es mi opinión personal. Porque el patrimonio que se conserva tiene que cuidarse y eso no es fácil. Lo que sí es cierto es que estos restos deben ser perfectamente estudiados y documentados para que la memoria histórica no desaparezca.

-¿Las autovías se cargarán nuestro patrimonio?
- Eivissa necesita mejorar sus carreteras, yo no lo pongo en duda. Pero pienso que no necesitábamos unas ampliaciones tan desmesuradas. Aunque respeto lo que se hace.

Claudia Roig