Aunque varios presidentes de las AAVV del municipio de Eivissa aseguran que en los últimos meses han notado mayor presencia policial en sus barrios, las peticiones que la semana pasada realizaron al director insular, José Manuel Bar, se pueden resumir en una: más agentes uniformados, sobre todo en verano, que es cuando se sufre a la pequeña delincuencia y el menudeo de droga. A la reunión también acudió el nuevo comisario, Estanislao Pérez, y el responsable de Participación Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía, Fernando Gómez, un área de reciente creación. En esta reunión, la primera de estas características que se realiza en Eivissa, tomaron parte 15 representantes vecinales, con excepción de los de sa Penya, a quienes debido a la atención especial que requiere este barrio, fueron recibidos el viernes. Los presidentes de las AAVV trasmitieron al director insular y al comisario sus preocupaciones, muchas de la cuales están relacionadas con el incumplimiento de las ordenanzas municipales, sobre todo con el ruido que generan determinados locales de ocio que no cierran a la hora marcada, una responsabilidad que es competencia del Ayuntamiento de Eivissa. Los vecinos del Puerto, de la Plaza del Parque, de la Avenida 8 de Agosto y Platja den Bossa se quejan de las discotecas y el ruido que generan a su alrededor.

José Tur, de las Calles Limítrofes al Puerto de Eivissa. «No padecemos inseguridad desde hace dos años. Hay más policía y llegan rápido. Crean muchas molestias algunas personas que persiguen y piden dinero a los turistas. Dan mala imagen».

Juan Antonio Torres, de la Plaza del Parque. «Pedimos presencia continuada de las parejas, pero no es una zona conflictivo. Los problemas son temas más municipales que de orden público. Queremos una reunión entre todos, para que no se pasen la pelota unos a otros».

José María Hernández, de Can Misses y Can Escandell. «Más vigilancia, que se vuelva a lo anterior, a la Policía de Proximidad, pero nos dijeron que había otra manera de actuar. Nuestros problemas son más de tráfico que de seguridad ciudadana, aunque también nos preocupa y más vale prevenir con patrullas».

Carlos Rubio, de Cas Serres: «Planteamos más seguridad, que la policía esté más en el barrio. No es que tengamos problemas graves, pero sí notamos que llegan a veces grupitos de fuera y estamos descontentos porque no hay mucha policía. Es la preocupación de casi todos los barrios».

Lluis Llobet, de Dalt Vila: «Al ser Patrimonio de la Humanidad y tener normativa especial, miramos mucho la conservación de la singularidad del barrio, lo que corresponde a la Policía Local. En cuanto a la Nacional, queremos que se acentúe la vigilancia en la parte de es Soto entre los dos túneles».

Bartomeu Roig, de Ses Figueretes. «Lo que hace falta es más seguridad. Criticamos lo de costumbre: prostitución en la calle, que se ha extendido un poco por todo el barrio. Ya no hay un foco y se ve menos, pero sigue ahí. Los puntos sensibles son la zona deportiva, la plaza Julià Verdera, la playa y el paseo en verano, que es un foco de atención en cuanto a posibles problemas, como hurtos a los bañistas y menudeo de drogas. El tema de las competencias provoca una incompetencia a la hora de resolver problemas y la casa se queda sin barrer. Sería deseable que hubiera un cruce de denuncias: que los cuerpos denuncien aunque no sea de su competencia y que haya coordinación entre policías y Juzgados».

Robustiano Patrón Costas, de La Marina: «Muy interesante que nos hicieran esta asamblea y sobre todo el nuevo área de Participación Ciudadana, que sirve de cauce para trasladar nuestras preocupaciones. Necesitamos más policía disuasoria, de uniforme. En invierno estamos bien protegidos».

Josefa Guasch, de Vara de Rey: «Nuestros problemas son los pequeños hurtos. Tenemos asignadas unas cuantas personas fijas que se dedican a insultar a la gente. Llevamos todo el invierno con este señor. Preguntamos a ver qué se puede hacer y no hay manera. Es una lástima que no haya centros para tratar a estas personas. Causa muy mal efecto».

En invierno, se registran en Eivissa cada mes menos de cinco delitos y faltas por cada mil habitantes, una de las tasas más bajas de Europa, según fuentes oficiales.

Un portavoz de la AAVV de sa Penya explicó que las preocupaciones que han trasladado al director insular son «las de siempre, la droga» Pero no la única: «En 2006 es ilógico que se viva en estas condiciones, rodeados de gallos de pelea. La semana pasada, un concejal tuvo que que recoger dos gallos de pelea muertos de un tejado. En toda España están controlando los gallos, pero aquí, nada. Las viviendas están en condiciones infrahumanas. Hemos pedido inspecciones y no nos hacen caso». «También tenemos un grave problema con el agua», denunció. «Abren las bocas de riego para ducharse y el agua corre por las calles y seguimos sin solución: las bocas de riego continúan pudiéndose abrir. Vivimos en condiciones medievales». El barrio está lleno de escombros, aseguró. «Hemos mejorado en limpieza, pero no es normal que los niños orinen desde las ventanas...». «Nos gustaría también que este verano por fin se controle el ruido de los bares. No se puede rehabilitar un barrio si no se puede dormir». Casi todas estas reclamaciones, al igual que las formuladas por otras AAVV, son competencia municipal, por lo que algunos presidentes propusieron poder participar en la próxima Junta Local de Seguridad de Eivissa con el fin de poder trasladar estas preocupaciones al alcalde Xico Tarrés y al concejal de Policía, Leopold Llombart. El director insular se comprometió con los presidentes de las AAVV a «establecer cauces regulares de reunión con las Fuerzas de Seguridad con un inspector jefe [Fernando Gómez] como medio de interlocución». Bar aseguró que se levantará acta de las reuniones. Lógicamente, también la Dirección Insular se compromete a tener en cuenta y poner los medios para solucionar los problemas planteados y a llevarlos a las Juntas de Seguridad. Por su parte, el comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Estanislao Pérez, señaló que «la función del responsable de Participación Ciudadana es servir de cauce a asociaciones de vecinos, comerciantes o cualquier colectivo que tenga un problema de tipo policial».