Un alumno planta una especie decorativa en una jardinera.

Isabel trabaja en verano de camarera de pisos, aunque ahora, si quiere, también puede ser jardinera. Ella, al igual que otros siete alumnos, está terminando el taller de ocupación Portus Magnus que ha organizado por primera vez el Ayuntamiento de Sant Antoni y que pretende introducir en el mercado laboral a parados que no lo tienen fácil para encontrar trabajo. Tienen prioridad las mujeres, las personas mayores de 45 años y los discapacitados, que, de esta forma, pueden obtener una formación. Han aprendido a plantar, a podar y ya saben cómo funciona un sistema de riego. También les han enseñado nociones de inglés y de informática. «Estoy muy contento, hemos aprendido mucho y hemos plantado todo Sant Antoni», explicó ayer Juan, uno de los alumnos. Y es que todo lo han puesto en práctica en los jardines de Sa Punta des Molí, en los de algunos colegios y en las jardineras del municipio, que están adecentando estos días. Lo mejor de todo es que por su trabajo cobran 800 euros al mes. «Se trata de un programa mixto de formación y trabajo en el que tienen un contrato», explicó la directora de los talleres del ayuntamiento, Cristina Roselló. Algo que para los alumnos es básico, porque, según una de ellas, Anunciación, «son once meses de curso». Este programa de formación, que incluye también un taller de paret seca, tiene un presupuesto total de 351.000 euros que aporta en un 75 por ciento la Conselleria de Treball i Formació.

El profesor de este taller de jardinería es Carlos Calavera, que asegura que la experiencia ha sido positiva y que, en general, los alumnos «han sido buenos». «La intención es que ahora puedan trabajar en viveros, en floristerías, en mantenimiento de jardines o incluso como autónomos», explicó. Desde el Ayuntamiento de Sant Antoni esperan que al menos un 75 por ciento se reinserten laboralmente. C. Roig